En conversación con InfoNegocios, Alexandre Perini, aseguró que este crecimiento será impulsado principalmente por el sector primario (agricultura y ganadería) y el sector secundario (industrias y electricidad).
“La mejora en la clasificación de riesgo otorgada por Moody's Ratings y el incremento en la actividad de la Bolsa de Valores de Asunción también son indicadores clave del dinamismo económico que se prevé” dijo.
En cuanto a la inversión extranjera, según el experto, se espera que juegue un papel crucial en el desarrollo económico. “Paraguay, debido a su posición geográfica estratégica y a las condiciones favorables para la apertura de empresas, incluyendo bajos impuestos y facilidades tributarias, se proyecta como un destino atractivo para la inversión. Esta inversión será fundamental para la expansión de la capacidad productiva del país, la generación de empleo y el fomento de exportaciones, así como para el desarrollo tecnológico y la atracción de divisas, impulsando así el crecimiento económico de manera integral”, comentó.
En términos de relaciones comerciales, desde su óptica, Paraguay enfrentará el desafío de consolidarse como un país económicamente sólido y atractivo para el comercio internacional. “Actualmente, el 80% de las exportaciones están concentradas en productos agrícolas, ganaderos y energía eléctrica, con principales destinos como el Mercosur, en especial Brasil, y la Unión Europea. Para diversificar sus relaciones comerciales y atraer inversiones de países desarrollados, Paraguay deberá enfocarse en desarrollar sectores aún poco explorados localmente, mejorar su balanza comercial y fortalecer su moneda”, refirió.
Por otro lado, en cuanto a las tendencias globales, como la digitalización y la sostenibilidad, para Perini tendrá un impacto significativo en la economía paraguaya. “La digitalización es vista como un motor para la formalización y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, permitiéndoles ser más competitivas y contribuir al desarrollo económico. Por otro lado, la sostenibilidad se contempla tanto en términos económicos, incentivando la gestión responsable de recursos para generar rentabilidad, como en el ámbito social, promoviendo el desarrollo de comunidades y una mejor calidad de vida”, agregó.
Como último punto, Perini indicó que la infraestructura sigue siendo un factor crítico para la competitividad económica, sin embargo, aseguró que las perspectivas de mejora para 2025 son limitadas. “La inversión en infraestructura, junto con la educación, reducción de la pobreza y control del gasto público, son áreas en las que Paraguay debe trabajar para atraer a inversores extranjeros y mejorar su posición en la economía global. Sin estos avances, el país podría encontrar dificultades para alcanzar un desarrollo económico sostenible y competitivo a largo plazo”, finalizó.