El panorama económico actual y a corto plazo muestra un freno debido a la desaceleración global y a las altas tasas de interés, lo que dificulta el flujo de inversiones. Esta situación podría persistir en el mediano plazo, lo que indica un crecimiento económico más lento para Paraguay. En términos sectoriales, la sostenibilidad se convierte en un desafío clave para el futuro, con múltiples aspectos a considerar para garantizar un desarrollo duradero.
Al respecto, el economista Jorge Garicoche indicó que el concepto de sostenibilidad económica implica varios aspectos fundamentales, incluida una transición hacia una economía más verde y limpia. Sin embargo, agregó que también se relaciona con el desarrollo de capacidades internas dentro de los países, lo que requiere un enfoque en la generación de ingresos y la creación de empleos de calidad.
Paraguay se posiciona entre los países con mayor potencial de crecimiento en América Latina, un hecho que refuerza la importancia de abordar cuestiones fundamentales para mantener esta tendencia. “Este contexto de crecimiento económico subraya la necesidad de discutir no solo aspectos a corto plazo, sino también de establecer bases sólidas para un crecimiento sostenido en el tiempo” aseguró Garicoche.
En cuanto al consumo energético, su aumento plantea desafíos significativos para Paraguay, especialmente en regiones donde la demanda es más alta. “Aunque el país cuenta con una destacada producción energética, incluyendo hidroeléctricas de renombre, la distribución de esta energía no llega con la misma intensidad a todas las áreas, como el Chaco, donde se enfrenta un gran desafío. La reciente legislación sobre energías renovables ofrece una oportunidad para diversificar la matriz energética y abordar esta problemática, aunque requiere ajustes para maximizar su efectividad”, añadió.
Asimismo, se refirió a una de las tendencias macroeconómicas que sugiere un impulso económico para el país, e indicó que según el Observatorio Growth Lab de Harvard, Paraguay ha sido el país que más se ha diversificado en los últimos años, lo que sugiere un avance en el sector industrial. Y aunque no implica que sea una potencia industrial, este progreso señala el inicio de un camino hacia una mayor fuerza en este sector.
“La diversificación industrial podría llevar a la generación de más empleos y una cadena de valor más amplia, demandando servicios de mayor calidad y especialización. Este proceso incipiente de diversificación va de la mano con otros desafíos del país, como mejorar la capacidad energética y la formalización de la economía” replicó el especialista.
Otro de los puntos dentro de las tendencias macroeconómicas está relacionado con la urbanización. La planificación del desarrollo territorial se convierte en un aspecto crucial para el mediano y largo plazo, dado su impacto en la calidad de vida y la generación de empleo. Aspectos como la proximidad del hogar al trabajo plantean interrogantes sobre el transporte público, el saneamiento y la vivienda, que influyen en los costos y la densidad poblacional. “A pesar de su pasado rural, Paraguay experimentó un cambio significativo hacia lo urbano, con aproximadamente el 65% de su población viviendo en zonas urbanas en la actualidad”, recalcó.