En la extensa entrevista, Vargas Peña dijo que existe una "lista de actividades" que tienen que ser supervisadas y que, según le mencionaron, dicha lista es el resultado una convención internacional. Luego el conductor hizo alusión a casos supuestamente relacionados al fútbol y al sector tabacalero y reclamó que la Seprelad no incluyó a estos sectores en su lista.
La directora respondió que muchas veces no pueden informar sobre las investigaciones que realizan pero que esto no significa que no actúen sobre los casos.
Pero al ser consultada por el otro periodista del programa, Roberto Sosa, sobre por qué no solicitaron incluir a estos sectores en la lista, respondió: “Para nosotros ahora mismo no representa una necesidad porque estamos obteniendo información útil y pertinente”.
Esa frase fue compartida de forma viral y generó cierta preocupación, ya que fue entendida como que el fútbol y el tabaco no necesitan un foco más amplio en el tema del lavado de activos.
Sobre esto, el abogado Luis Villamayor aclaró que “no existen instituciones desobligadas a informar al respecto de sus actividades financieras, y que todas están sujetas a ser supervisadas por la Seprelad en sus operaciones comerciales”.
"Todos estamos obligados, desde el presidente de la República y todos los ciudadanos y empresas estamos sujetos a ser supervisados y a rendir cuentas en casos sospechosos de lavado de activos", agregó.
En el caso del sector del fútbol, Villamayor expresó que “los clubes de fútbol son instituciones especialmente aptas para el lavado de dinero, porque manejan valores subjetivos. Para mí un jugador puede costar un monto máximo de US$ 5.000, pero otro puede decir que este jugador, a pesar de su edad, es querido por la gente y que vale US$ 100.000. Entonces es probable que muchos clubes, de todas partes, estén plagados de este tipo de conductas", comentó.
Incluso, para el abogado, es razonable que se empiece a aplicar en los clubes el concepto del fair play, que los limita a comprar o gastar en jugadores, más allá de su propia capacidad financiera generada por diferentes ingresos.
Según Villamayor, este concepto se aplica en Europa o los Emiratos Árabes, porque a veces los clubes son adquiridos por grupos o multimillonarios y empiezan a comprar los mejores jugadores sin límites, y “aparte de ser una competencia desleal, también da pie a que se utilice dinero de actividades no lícitas”, consideró.
En el caso de las tabacaleras, Villamayor dijo: “También se deben extremar controles en este rubro, por la enorme cantidad de dinero que mueven anualmente”.