La artista y diseñadora industrial Laura Díaz de Bedoya empleó alrededor de un mes en la renovación de la esquina de Peroni En este punto se alza actualmente una instalación que imita el portal de un palacio de estilo italiano, develado al público el pasado sábado 12 de agosto.
“Este espacio está a cargo de Peroni desde el 2016 y este año nos propusimos hacer algo innovador con un artista nacional”, indicó Antonella Volpe, brand manager de Peroni. Comentó además, que su idea inicial fue dar vida a este espacio destacando al árbol de tajy rosa que se impone en ese lugar.
Un desafío artístico y técnico
Díaz de Bedoya tuvo en cuenta la altura del árbol para instalar una puerta de tamaño importante, molduras clásicas y herrajes dorados. En el cuadro se encuentran dos maniquíes dorados cuyas miradas se dirigen hacia la ciudad, fungiendo el disfrute de las luces azules y la noche de Asunción.
“Del montaje sale una bandada de aves en dirección a la calle; los pájaros fueron hechos con diferentes presentaciones de la botella Peroni y molduras de hierro”, explicó la artista. La instalación total llevó un tiempo de montaje de 20 días.
Esta obra constituyó también una fuente de trabajo para artesanos de Areguá: la artista completó el espacio con ánforas de cerámica y 50 pelotas de ysypó milhombres, una planta medicinal que crece en los bosques húmedos del Paraguay y es utilizada en cestería.
“Fue un desafío artístico y técnico, porque esto requiere de un proceso de fabricación, modelado 3D y una serie de procedimientos que realizamos en el taller”, mencionó. Previamente, Laura creó la escena con un software de diseño tridimensional para obtener renders que sirvieran como guías para el montaje final, además de servir como herramienta para la propuesta elegida por Volpe.
Sobre las instalaciones
Las instalaciones consistentes en las intervenciones artísticas de espacios son una manifestación propia del arte contemporáneo conceptual. Este medio de expresión artística surgió en los años sesentas, tiempo en que representó un desafío para la tradición artística. Algunos de sus precursores fueron Yves Klein, Allan Kaprow y Claes Oldenburg.
Laura Díaz de Bedoya es una amante de las artes plásticas. Toda su vida la pasó armando y desarmando objetos, colocando estantes, arreglando sus propios muebles y pintando todo lo que encontraba a su paso. Recientemente, comenzó a tomar clases privadas de carpintería para sumar habilidades técnicas a su porfolio.
Sus estudios comenzaron en el colegio Santa Teresa de Jesús y egresó del Bachillerato Técnico en Diseño Gráfico y Publicidad, lo cual la llevó a cursar la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Católica de Asunción. Durante nueve años trabajó en marketing hasta que, en el 2012, decidió empezar una carrera freelance de diseño, tanto gráfico como industrial.
Laura estudió teatro durante muchos años, un valor que sumó a su capacidad de expresar sus ideas e inspiraciones de otra manera y, además, pintó obras en pastel que ganaron menciones de honor. La artista siente que, sin lugar a dudas, este cúmulo de experiencias la ayudó a afinar su percepción de las escenas, como la que montó para Peroni en esta ocasión.
Correcta presentación de productos
Este año Díaz de Bedoya unió su empresa, LDB Industrial, con un estudio de arquitectura para ofrecer el servicio de escaparatismo, el diseño de vidrieras para todo tipo de negocios y visual merchandising. La profesional está convencida de que cualquier emprendimiento se puede beneficiar de la correcta presentación de sus productos y que la ayuda de un consultor es clave para lograrlo.
Laura tiene muchos proyectos para el futuro y esta instalación fue, definitivamente, un hito para una carrera en ascenso: “Lo que busco es integrar arte y estrategia en una experiencia visual. Percibo que Peroni apoya las distintas expresiones artísticas y la cultura en sus diferentes formas. Esta fue una gran oportunidad de mostrar mi talento, lo que sé y me gusta hacer”, finalizó.