Las exportaciones paraguayas registradas de enero a diciembre del 2022 totalizaron US$ 9.957 millones y cayeron 5,8% con respecto al 2021, equivalente a US$ 613,9 millones. Los datos muestran que Argentina tuvo una variación de -21,9%, mientras que Rusia arrojó un -52,9% de variación y la Unión Europea descendió -14,2%.
No obstante, la caída general fue atenuada porque Brasil cerró con 3,3% de crecimiento y otro cliente importante, Uruguay, compró artículos de Paraguay un 78,3% más que el 2021.
"Lo que ocurrió con Argentina es que nosotros producimos menos soja de lo que la industria argentina requiere. También hay que considerar que, al igual que Brasil, tienen un escaso dinamismo", manifestó la economista de la consultora Mentu, Martha Coronel. El menor dinamismo de ambos países, a criterio de Coronel, implica que los ingresos de los pobladores sean limitados y por eso no se pueda importar de Paraguay.
Además, recordó que con toda la inflación en Argentina, que está casi al 100%, los argentinos se ven limitados como para comprar productos de Paraguay. Asimismo, puntualizó que fue el sector agrícola el que tuvo una reducción en las exportaciones a Argentina.
"Ellos o exportan su soja y usan la nuestra para industrializar o de lo contrario industrializan la suya y la nuestra la envían a otros destinos", comentó Coronel. Respecto a Brasil, la economista explicó que el crecimiento superior al 3% tiene como principal rubro de incidencia a la industria maquiladora.
Un revés favorable al agro nacional
La economista indicó que Paraguay tiene previsto un repunte del sector sojero en particular y en general el rubro agrícola. Si bien la lluvia no presenta los niveles acostumbrados, Coronel aseguró que los productores dicen que fueron suficientes para que los granos se desarrollen.
"No vamos a llegar a la cosecha récord pero sí alrededor de 8,5 o 9 millones de toneladas, lo que nos da para exportar soja a Argentina. Ellos están con una sequía que afecta al 55% de su producción de soja", añadió.
Otros dos socios con caídas
Por último, Coronel recordó que la brusca caída de Rusia como cliente se debe a la guerra con Ucrania, lo que impidió el uso del sistema Swift y por ende la imposibilidad que tiene Rusia de pagar por las compras internacionales. "Sobre la Unión Europea lo que se puede decir es que es una región con desaceleración económica y una inflación alta en comparación con los niveles que manejan usualmente", finalizó.