La normativa, que establece que los tanques para el abastecimiento de embarcaciones deben tener una capacidad mínima de 16 millones de litros en lugar de los 11 millones de litros anteriores, entró a regir desde el 1 de julio pasado y fue tomada por el sector privado como una medida que podría monopolizar el mercado.
Según el analista Rodrigo Ibarrola del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), el decreto en cuestión no afecta directamente el mercado interno de combustibles para consumo en tierra, sino que se centra en la modalidad de búnker, que es el suministro de combustible a embarcaciones.
“Esta venta se realiza en puertos internacionales y está exenta de impuestos. La modificación de la capacidad mínima de los tanques busca, según el Gobierno, mejorar el control y la transparencia en la venta de combustibles”, aclaró.
En términos de cifras, la venta en modalidad de búnker representa apenas el 2% del total de la venta de combustible en el mercado local, según explicó Ibarrola. “Esto significa que, aunque la medida puede tener implicaciones para un pequeño grupo de empresas que operan en los puertos, su impacto en el mercado interno es limitado. La mayoría de los jugadores en el mercado de combustibles para consumo interno no están directamente afectados por estas nuevas regulaciones” agregó.
Sin embargo, emblemas como Shell analizaron su retirada ante la nueva normativa. El representante del emblema, Luis Ortega, mencionó a la prensa que el sector privado no cumple con lo dispuesto por el decreto, lo que las deja fuera de la operación. “Ninguna empresa privada distribuidora de combustible tiene un solo tanque de 16.000 m3. Si esto se mantiene así, a partir del 1 de agosto Petropar es la única empresa que va a poder vender búnker”, apuntó.
En contrapartida, Javier Giménez, ministro de Industria y Comercio (MIC), aseguró que el reciente decreto del Ejecutivo para regular el combustible búnker no afectará a la competencia en el mercado interno. “El decreto se enfoca en el combustible búnker, utilizado para cargar remolcadores y que no está sujeto a impuestos”, detalló.
Desde el punto de vista económico el efecto de la medida sobre los precios del combustible no parece ser significativo. “El combustible en modalidad de búnker, al estar exento de impuestos, no impacta directamente en el precio del combustible para consumo terrestre. Sin embargo, la medida podría tener efectos indirectos al aumentar la transparencia y controlar mejor la distribución del combustible exento de impuestos” indicó Ibarrola.
A nivel de competencia y transparencia, el decreto podría llevar a una mayor regulación y supervisión en el sector. Se espera que la implementación de esta medida incluya un aumento en los controles para asegurar que el combustible importado en modalidad de búnker se destine correctamente, y esto podría fortalecer la competencia y reducir las oportunidades para prácticas desleales en el sector.