Los precios están aumentando en todos los sectores, afectando la economía de varios rubros que lograron salir a flote tras casi dos años de restricciones debido a la pandemia de COVID-19. “No es el momento, estamos arrastrando una pandemia, tratando de pararnos, para que justamente ahora nos vengan con este aumento”, manifestó Grillón, referente en organización y consultoría de eventos.
Consideró que esta alza no favorecerá a nadie, y que como todo sube de precio, los servicios también lo hacen, y quien se va a ver afectado es el cliente final, quien tiene que pagar todas las cuentas.
“Repercute en nuestra actividad porque los clientes van a pensar mil veces antes de plantearse organizar un evento y, probablemente, se verán limitados en muchas cosas debido a que va a subir todo. Todavía estamos tratando de mantenernos y ajustar los precios, pero no sabemos por cuánto tiempo más, porque también tenemos gente que trabaja con nosotros y, por ende, tienen un salario que percibir”, destacó.
Grillón indicó además que este porcentaje va a afectar de forma negativa al sector. Un ejemplo es la suba de la decoración. “Los decoradores me cuentan que un ramo de gipsófilas costaba hasta hace dos meses G. 35.000, y hoy el mismo ramo tiene un precio de G. 60.000, que es muchísimo”, expresó.
Indicó que los decoradores dicen que también los propios floristas se vieron obligados a incrementar sus aranceles. Otro punto que resaltó es que además del incremento del 10% en los restaurantes, hay quienes aprovechan el aumento para justificar su propia suba.
“Mi hijo se dedica a la venta de alimentos congelados, y 1 kg de queso que ayer costaba G. 40.000 hoy cuesta G. 60.000. Eso quiere decir que también va a tener que reestructurar su lista de precios para los locales, que seguro pegarán el grito al cielo. Por ende, o no te van pedir más o se quedarán con los negocios que venden un producto de menor precio y menor calidad”, agregó.
En cuanto al repunte de los eventos tras casi dos años de pandemia y restricciones, Grillón aseguró que el regreso a la normalidad -por así decirlo- ha tenido un impacto positivo en la organización de fiestas, lo que es bueno porque todo el sector volvió a crecer.
Mencionó que siempre tienen mucho trabajo y que a través de ellos mucha gente también lo tiene. Incluso destacó que haciendo una comparación de este año con el 2019 se dieron cuenta de que han tenido, incluso, un incremento.
Aseguró que hay una suerte de sed por festejar lo que sea; por tanto, cree que afectó positivamente el volver a organizar eventos, pero que, sin embargo, también escuchó a gente del mismo sector que siguen sin poder salir adelante.
“Yo hace 15 años que vengo organizando la fiesta de San Juan al Banco Itaú; sin embargo, este año no se hizo por razones de costos; no les parece justificable y por otra parte para evitar las aglomeraciones y posteriores contagios de COVID-19", refirió.
Señaló también que si bien es cierto que no hay hospitalizaciones graves, hoy las empresas extranjeras y multinacionales utilizan la dolencia como razón para decir que no pueden arriesgarse organizando eventos.
Rubro de eventos vuelve a la normalidad, pero preocupa suba general de precios
Desireé Grillón, referente en el sector de organización de eventos, consideró que el reajuste del 10% en los productos que ofrecen a sus clientes, anunciado por la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY), “no favorecerá a nadie”.