Qatar 2022 y el VAR: la herramienta trajo mayor justicia pero no terminó con las polémicas

El VAR sigue vigente en Qatar 2022 y cumple con el objetivo de minimizar los errores; sin embargo, cuatro años después de su implantación oficial en el Mundial de Rusia, se generan aún dudas acerca del videoarbitraje y sus detractores señalan que quitó emoción y ritmo al fútbol.

Durante el Mundial 2022, para que el VAR detecte un fuera de juego, los jugadores son observados por 12 cámaras instaladas bajo los techos de los ocho estadios qataríes. La vigilancia es permanente, con un seguimiento de 29 puntos del cuerpo de cada futbolista, unas 50 veces por segundo, que determina su posición exacta.

Los entendidos en materia arbitral también resaltan que las interpretaciones de lo que se considera una acción flagrante o no sigue generando disputas y discusiones. Una polémica que en lugar de erradicarse se transformó. Sobre este punto consultamos con el exárbitro internacional Epifanio González, quien también expresó su opinión sobre el VAR y su utilización.

“El VAR como auxiliar es fantástico, solo que quienes lo utilizan no le encuentran el lado adecuado. Me parece que el aporte más positivo de esta herramienta tecnológica en el Mundial radica en que los jugadores ya no pueden tener excusas en sus acciones. Otro aspecto positivo es que se tiene el registro total de las acciones de juego”, refirió González.

Por otra parte, el exjuez manifestó que desde su punto de vista y experiencia profesional lo negativo del VAR es el hecho de sancionar las posiciones milimétricas, que no están acorde con la actual regla en cuanto a sacar ventaja de la posición, por ejemplo.

Consultado sobre los reiterados cortes en el partido, debido al uso de la herramienta tecnológica, González explicó que la pérdida de tiempo en demasía se debe a la falta de interpretación rápida de las acciones y a las protestas de los jugadores.

“El VAR en sí es infalible. La falla proviene de las malas interpretaciones de los árbitros; por eso hasta con imagen se equivocan. Esta herramienta aporta mucho a la justicia del juego, pero la sanción de una jugada sigue dependiendo de la interpretación del árbitro, que a veces es errónea”, sostuvo González.

Otro elemento para eliminar el mínimo margen de error es el sensor inercial (IMU) instalado en el centro del balón del torneo, bautizado Al Rihla. “Existen muchos cambios en este Mundial; por ejemplo, el balón prácticamente ya es electrónico y se resuelve todo a mayor velocidad”, señaló.

El novedoso esférico posee una batería recargable y envía datos 500 veces por segundo para precisar dónde y cuándo se produce cada toque de pelota. Todos los parámetros son enviados a la sala del VAR.

El exárbitro insistió en que desde el momento en que existen malas interpretaciones de las jugadas y las faltas, el curso de un partido puede cambiar. “En este Mundial hubo faltas penales mal sancionadas que determinaron resultados”, sentenció González.

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