Según Ávila, el panorama actual es optimista gracias a factores como la recuperación de los precios del ganado y condiciones climáticas favorables, que incentivaron la inversión en este sector durante el 2024. “Después de dos años marcados por la sequía, los campos y estancias están en mejores condiciones para avanzar en la mejora genética”, indicó.
La venta de reproductores de diversas razas fue particularmente activa, y se espera que esta tendencia continúe en 2025. Hay que recordar que, a lo largo de este año, la ganadería local consolidó su posición en el mercado internacional con exportaciones significativas de semen y reproductores a países como Guatemala, Argentina y Uruguay.
Según Ávila, en la actualidad Paraguay se posiciona como un referente regional en genética bovina, esto teniendo en cuenta que, “varios toros paraguayos fueron reconocidos entre los tres mejores de Sudamérica en razas como Brangus y Braford”, según explicó. Este logro refleja el avance del país en términos de calidad y competitividad.
En cuanto a tecnologías emergentes, el Centro Genético Taurus tiene planeado implementar nuevas herramientas para el año entrante, aunque Ávila prefirió mantener en reserva los detalles hasta que se encuentren en una etapa más avanzada de desarrollo. Aunque sí mencionó que para el 2025 el centro genético aumentará su capacidad operativa, pasando de tener capacidad para 60 a 90 toros en colecta, lo que reafirma la creciente demanda por genética de alta calidad.
Si bien el sector bovino lidera, otras especies también están recibiendo atención. “En cerdos, la inseminación artificial está creciendo significativamente en el país debido a la expansión de la industria”, mencionó. El sector porcino, aunque incipiente, muestra un gran potencial para inversiones en genética avanzada.
Por otro lado, Ávila reconoció que, en cuanto a especies como ovejas y cabras, las cuales también están haciendo su esfuerzo para su mejora su genética, sí necesitan mayor desarrollo para alcanzar niveles similares de inversión y tecnología.
Un aspecto clave para el desarrollo del sector es la formación de mano de obra especializada. “Estamos entrenando constantemente a veterinarios, biólogos y estudiantes de ingeniería agronómica para cubrir áreas críticas como manejo de toros, pasturas y nutrición”, afirmó Ávila. El centro planea ampliar su programa de pasantías en 2025, integrando a más profesionales en formación.
Además, el especialista señaló la importancia de que las universidades y el Gobierno impulsen la educación agropecuaria y biológica. “La demanda por talento especializado es alta, y su desarrollo puede tener un impacto positivo en la economía y la capacidad laboral del país”.
El sector de mejoramiento genético animal en nuestro país espera un 2025 lleno de optimismo y ambición. La combinación de tecnologías emergentes, exportaciones crecientes y capacitación especializada posiciona al país como un actor clave en la región. Como concluyó Ávila, “No estamos en una carrera de 100 metros, sino en una maratón. El avance constante es lo que asegura el éxito a largo plazo”.