En comunicación con InfoNegocios, Panciotto reconoció que la presidencia lo encontró “sin tiempo para respirar”, pero asegura que el norte es claro. Su gestión será de continuidad, con el acompañamiento de los anteriores presidentes, quienes seguirán colaborando desde el directorio. La prioridad inmediata es evidente: garantizar que la discusión sobre la suspensión de la vacunación se tome con rigor técnico, evitando decisiones apresuradas que puedan comprometer un negocio que genera más de US$ 2.000 millones anuales en exportaciones.
Para Appec, los números no acompañan la idea de dejar de vacunar, y menos en un momento en que la ganadería sigue siendo uno de los sectores con mayor peso en empleo directo y actividad económica en todo el país. El gremio recuerda que cualquier variación en el estatus sanitario impacta directamente en los mercados más exigentes, por lo que dar un paso sin un análisis exhaustivo puede ser riesgoso. “Ponemos demasiado en juego”, insistió Panciotto.
A este debate se suma la aparición de un nuevo gremio porcinocultor, cuya dirigencia manifestó públicamente su apoyo a suspender la vacunación. Aunque Appec aún no tuvo un acercamiento formal, Panciotto considera clave alinear posiciones y evaluar qué gana realmente el país modificando un sistema que lleva décadas sosteniendo el acceso a los mercados internacionales. La diferencia de criterios, afirma, debe resolverse con evidencia y no con impulsos.
Otro frente urgente es la disminución del hato ganadero, que retrocedió en los últimos años pese al enorme potencial productivo del país. Pero lejos de quedarse en el diagnóstico, Panciotto prefiere poner el foco en la oportunidad. “Es una lástima que el titular sea la caída del hato, cuando en realidad hablamos de un potencial gigantesco para crecer”, sostuvo. Para expertos internacionales consultados por el gremio, Paraguay no solo puede recuperar terreno, sino volver al top 5 de exportadores de carne del mundo, posición que perdió y que hoy busca reconquistar.
Ese salto requiere varios ajustes: más eficiencia en la comercialización, información transparente para productores y mercados, reglas claras para la inversión y una estrategia sanitaria sólida. Por eso, Appec redoblará sus esfuerzos en análisis, inteligencia comercial y monitoreo de precios y destinos, funciones que —según el gremio— deberían haber estado en manos de un Instituto de la Carne, figura que nunca prosperó por la falta de consenso, especialmente desde el sector industrial.
Ante esa ausencia, Appec se propone asumir parte de ese rol: generar datos, estudiar mercados, evaluar competitividad y acompañar a los productores con herramientas técnicas que permitan planificar mejor. “Nuestro enfoque siempre fue trabajar con números y análisis. Ahora vamos a profundizar eso”, explicó Panciotto, convencido de que el crecimiento del hato y la expansión exportadora dependen de decisiones basadas en información confiable.
En cuanto a su plan de gestión, el presidente señala dos metas inmediatas: frenar cualquier intento de avanzar sin prudencia en la suspensión de la vacunación y avanzar en la transparencia de la cadena comercial, un reclamo constante entre productores. El objetivo, dice, es que la cadena sea más eficiente, más previsible y más competitiva frente a los mercados globales.
Appec no tiene períodos fijos de mandato, por lo que Panciotto asume mientras el directorio considere que su liderazgo es el adecuado. La decisión de reemplazar a Maluf fue consensuada y, según el propio presidente, permitirá oxigenar la conducción del gremio sin interrumpir los proyectos en marcha. “La carne es estratégica para Paraguay. Tenemos todo para volver a los primeros lugares del mundo”, afirmó.
Con un sector en pleno debate, un mercado global exigente y un país que aún puede sumar millones de cabezas al hato nacional, la nueva presidencia llega con urgencias, pero también con enormes oportunidades. Lo que está en juego no es menor: el posicionamiento internacional de una de las industrias más relevantes del país.