Uno de los hitos del año fue la realización de la primera edición del Rematexel, llevada a cabo en abril. En esa oportunidad se subastaron 244 animales, con una facturación cercana a los G. 147 millones, un volumen significativo que marcó el inicio de una agenda comercial más intensa para la raza. “Fue una primera experiencia muy positiva y nos dio el impulso para seguir apostando a este tipo de eventos”, señaló Romero.
El punto de inflexión llegó en julio, cuando la Texel alcanzó precios récord en animales puros de pedigrí. Las hembras promediaron más de G. 25 millones, mientras que los machos se ubicaron por encima de los G. 19 millones, cifras que hasta ese momento no se habían registrado en el mercado local. “Se rompieron barreras de precios que nunca antes habíamos alcanzado”, destacó el titular de la asociación.
En septiembre, durante el remate Día entre Texel, los números volvieron a sorprender. Se vendieron 88 animales comerciales, destinados principalmente a la formación de majadas y producción de carne, con una facturación total de G. 160 millones, lo que representó un nuevo récord de precio promedio por animal. A esto se sumó la última Nacional Texel del año, que cerró con 260 animales vendidos y una facturación superior a los G. 157 millones, marcando el mayor nivel de participación registrado hasta ahora.
En total, los cinco remates organizados durante el 2025 permitieron superar los G. 1.400 millones en facturación, un logro sin precedentes para la asociación. “Este año tuvimos muchos más animales en pista y eso fue clave para alcanzar estos números”, explicó Romero, quien remarcó que todos los eventos lograron superar los registros históricos previos.
El crecimiento no se reflejó solo en cifras, sino también en el interés del mercado. Según el presidente del gremio, se observó una fuerte incorporación de nuevos productores, muchos de ellos provenientes del sector ganadero bovino, que comenzaron a ver a la oveja como una unidad de negocio complementaria dentro del establecimiento. En ese contexto, la Texel aparece como una de las razas más demandadas, principalmente por su rusticidad y adaptabilidad al clima subtropical paraguayo.
“La Texel se adapta muy bien a distintos ambientes, soporta tanto el calor como el frío, y responde en suelos complicados. Eso, sumado a la calidad de carne, hace que sea una raza muy buscada”, sostuvo Romero. Esta combinación de atributos resulta clave en un país donde la producción ovina aún enfrenta desafíos estructurales.
De cara al 2026, la asociación prevé seguir creciendo. En 2025 se sumaron entre 14 y 15 nuevos socios, y ya hay productores que confirmaron su incorporación a partir de enero. El objetivo será sostener el nivel de remates alcanzado, aunque con la vara alta tras un año récord, y seguir trabajando en el aumento del stock, especialmente de vientres, una de las principales limitantes del sector.
Otro dato relevante del año fue la primera exportación de genética Texel paraguaya al Uruguay, un país referente en producción ovina. Se trató del envío de dos corderas de tercera generación de línea inglesa, pertenecientes a las cabañas Lasoña Vicenta y Alareza, con destino a la cabaña Rancho Grande de la familia Paiva. “Es un hito importante: llevar genética paraguaya a un país ovino por excelencia”, subrayó el presidente del gremio.
Con estos antecedentes, el 2025 dejó a la Texel mejor posicionada, con más productores involucrados, números sólidos y los primeros pasos en el camino de la exportación genética, sentando bases firmes para un 2026 que buscará consolidar este crecimiento.