¿Cuál es tu filosofía de trabajo?
Mi filosofía de trabajo se basa en la visión compartida: nada se construye de forma aislada, y los mejores resultados nacen cuando todos remamos hacia un mismo propósito. Creo profundamente en una orientación al cliente real, entendiendo qué valoramos, qué sentimos y qué buscamos resolver para ellos. Para mí, las marcas existen para crear valor, y ese valor solo es sostenible cuando se construye desde la autenticidad, la diferenciación y la experiencia.
Trabajo para que cada proyecto sea distinto. No mejor por comparación, sino mejor porque responde a un entendimiento profundo de su contexto y de lo que puede llegar a ser. Mantengo siempre una gran adaptabilidad al cambio, porque el marketing vive en movimiento; y valoro la comunicación efectiva como la base para construir confianza, equipos fuertes y decisiones claras. Finalmente, busco que cada proyecto tenga un impacto sostenible: a nivel social, económico, relacional y de marca.
¿Quién fue tu mayor mentor o fuente de inspiración en tu carrera y qué aprendiste de esa persona?
A lo largo de mi trayectoria, siempre digo que todos mis líderes dejaron algo en mí: desde los que consideré excelentes hasta los más desafiantes. Cada uno me enseñó algo distinto sobre liderazgo, gestión, resiliencia y visión. También aprendí muchísimo de las personas con las que compartí proyectos —grandes o pequeños— porque estoy convencida de que uno se forma a partir de las experiencias y de cada equipo que integra.
Además, tengo referentes conceptuales que marcaron mi forma de pensar la estrategia, y uno de ellos es Michael Porter. Su visión sobre ventaja competitiva, diferenciación y creación de valor me ayudó a entender que ninguna estrategia sólida puede existir sin una propuesta única, coherente y sostenible.
¿Qué estrategias considera esenciales para posicionar una marca en mercados competitivos?
En mercados altamente competitivos, creo que posicionar una marca requiere una combinación de valor real, diferenciación y consistencia. Para mí, la estrategia central es rentabilizar la satisfacción, entendiendo que una marca crece cuando cada interacción con el cliente genera confianza, buenas experiencias y resultados medibles. Un cliente satisfecho no solo compra: recomienda, permanece y multiplica el valor del negocio.
Además, considero esenciales varios pilares: Diferenciación auténtica, debe sentirse, no solo comunicarse. Innovación constante: los mercados cambian aceleradamente, y las marcas deben evolucionar a la misma velocidad. Innovar no es solo lanzar algo nuevo, es perfeccionar lo que ya hacemos.
El marketing es un rubro extremadamente dinámico y en continua actualización; por eso, estar atentos a nuevas tecnologías, comportamientos, plataformas y hábitos de consumo es fundamental para anticiparse y no reaccionar tarde. Servicios y soluciones 360°: hoy las marcas fuertes no venden productos, venden ecosistemas.
Acompañar al cliente antes, durante y después del proceso crea vínculos de largo plazo. Experiencia diferencial: cuidar cada punto de contacto, digital y presencial, para que la marca no solo sea elegida, sino recordada y defendida. Cuando una empresa logra integrar estos factores y convertir la satisfacción del cliente en su principal motor de rentabilidad, construye un posicionamiento sólido, sostenible y difícil de imitar.
¿Qué rol considera que juegan la inteligencia artificial y la tecnología en la transformación del marketing actual?
La inteligencia artificial y la tecnología están transformando el marketing y redefiniendo la forma en la que entendemos al cliente y construimos las marcas del futuro. Creo que la IA amplifica nuestra capacidad como profesionales. Nos permite analizar datos de forma más inteligente, automatizar procesos, acelerar ciclos creativos y tomar decisiones con muchísima más precisión. Pero, sobre todo, nos permite ser más humanos, porque libera espacio para pensar, crear, conversar y conectar. Me considero una profesional sumamente abierta a la tecnología. Entiendo que no es una herramienta del futuro, sino del presente, y quien no la incorpore de forma estratégica simplemente quedará atrás.
¿Cómo haces para equilibrar la creatividad con la necesidad de medir resultados y lograr objetivos concretos?
Para mí, la creatividad es el alma del marketing, y no quiero perder esa cualidad que disfruto y valoro tanto. Pero también sé que, sin orden, medición y claridad, ninguna idea prospera. El equilibrio está en, tener estructura y procesos claros, contar con un equipo competitivo y orientado a resultados, definir métricas objetivas que permitan evaluar el impacto sin matar la originalidad, mantener la visión del proyecto por encima de la urgencia diaria (que existe siempre); buscar mejora constante: cada campaña, cada entrega, cada decisión. Así, la creatividad y la estrategia se complementan, en lugar de competir.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo y cómo le transmitís eso al equipo?
Me apasiona la enorme responsabilidad y oportunidad que tiene el marketing dentro de una empresa: generar valor, transformar realidades, crear experiencias y dejar impacto. Me inspira saber que es un área que puede innovar constantemente, que vive en desafío permanente y que tiene la capacidad de influir directamente en el crecimiento de un negocio.
Transmito esa pasión al equipo desde el ejemplo: invitándolos a salir de la zona de confort, a buscar nuevas ideas, a adaptarse al cambio y a entender que cada tarea, por pequeña que parezca, genera resultados importantes. Trabajamos en un espacio donde podemos crear todos los días, y eso es un privilegio.
¿Qué proyecciones tienen para el sector este año?
Este año el sector muestra una evolución muy marcada hacia modelos más integrales y estratégicos. Vemos una tendencia clara hacia la generación de ecosistemas, donde los proyectos ya no se limitan a la construcción física, sino que integran servicios, tecnología, experiencias y soluciones 360 que acompañan al cliente en todas las etapas. El real estate está dejando atrás la rigidez tradicional para adoptar propuestas más flexibles, personalizadas y adaptadas a la forma en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos hoy.
La sostenibilidad deja de ser un diferencial para convertirse en una estrategia central. Los espacios son diseñados para evolucionar con la sociedad, respondiendo a una demanda creciente por comunidades inteligentes, movilidad más eficiente, bienestar, seguridad y conexiones reales.
¿Qué hobbies o intereses fuera del trabajo te ayudan a mantenerte motivada?
Hoy estoy enfocada en un nuevo desafío personal: estudiar una maestría, que me abre la mente, me exige y me inspira a seguir creciendo. También entreno todos los días; es mi manera de mantenerme enfocada, disciplinada y con energía. Pero mi mayor motivación es mi hija. Compartir tiempo con ella, verla crecer, aprender de su forma de ver el mundo… ella me inspira, me recuerda lo verdaderamente importante y me mantiene con los pies en la tierra.