Según el informe anual de OAG, que analiza las rutas de vuelo más transitadas, Hong Kong y Taipéi se han destacado como los destinos más populares este año, encabezando la lista de las rutas internacionales más concurridas.
El vuelo de solo 105 minutos entre Hong Kong y Taipéi ha sido el más transitado del mundo este año, con una cifra de 6,78 millones de asientos vendidos. Esta ruta, que había sido la más transitada en 2019 antes de la pandemia, logró recuperar su puesto número uno, después de haber ocupado el tercer lugar en 2023. Este aumento de la demanda subraya el crecimiento continuo de las conexiones aéreas en Asia, consolidando a esta ruta como un símbolo de la recuperación pospandemia.
Mientras tanto, la ruta El Cairo-Yeda pasó del puesto 14 en 2019 al segundo lugar en 2024, con casi 5,5 millones de asientos vendidos. Este aumento destaca la creciente importancia de las conexiones entre Egipto y Arabia Saudita, impulsadas por una fuerte demanda tanto de negocios como de turismo religioso.
En Asia las conexiones de Seúl con Tokio han sido protagonistas con los vuelos entre la capital surcoreana y Narita, así como Osaka, ocupando los tercer y cuarto puestos respectivamente. Este fenómeno refleja la constante relevancia de los viajes entre estas dos grandes economías asiáticas.
Singapur sigue siendo un centro neurálgico en el tráfico aéreo mundial, con su aeropuerto, Changi, destácandose en tres de las 10 rutas más transitadas. Las conexiones con Kuala Lumpur, Yakarta y Bangkok consolidan a la ciudad-estado como uno de los puntos de referencia globales en términos de vuelos internacionales.
Por su parte, Dubái ha visto un fuerte incremento en su conectividad, con la ruta Dubai-Riad encabezando el tráfico aéreo de Oriente Medio, y otras conexiones con ciudades como El Cairo y Londres también figurando en el top 10.
Según la prensa internacional, aunque la recuperación del sector aéreo es una excelente noticia para las aerolíneas y los viajeros, también plantea desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad. Las emisiones de carbono generadas por la aviación continúan siendo una preocupación ambiental, con la industria representando una parte significativa de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
A medida que el tráfico aéreo sigue creciendo, las aerolíneas y los gobiernos deberán equilibrar el aumento de la conectividad con el compromiso de reducir el impacto ambiental del sector. Las inversiones en tecnología más limpia y en la modernización de flotas serán clave para asegurar que la expansión del tráfico aéreo no comprometa los esfuerzos por mitigar el cambio climático.