“Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social siempre recomendamos que cada paciente consulte con un profesional puesto que aunque la mayoría de las personas creen estar sanas muchas realmente no lo están y siguen estos planes de alimentación que encuentran en internet que en vez de ayudar a perder grasa hacen que uno pierda líquidos, músculos, se deshidrate; es decir, bajo todo punto de vista está mal seguir un plan de alimentación que no esté guiado por un profesional”, explicó Bethania Machuca, nutricionista de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles del MSPyBS.
Según Machuca, la primera consecuencia de realizar dietas milagrosas de internet es la frustración, que a la vez puede acarrear problemas psicológicos. Esto se debe a que las porciones de alimentos consumidos no son las adecuadas para el individuo y por lo tanto no surten efecto, a esto se suma que implican algunas -o varias- restricciones que agravan aún más la situación cuando no hay recompensas.
Por otra parte, Machuca resaltó que el sistema inmunológico se ve significativamente afectado teniendo en cuenta que los planes alimenticios muy bajos en calorías disminuyen los nutrientes necesarios para que las células funcionen correctamente y, por ende, las defensas del cuerpo. “Muchas personas logran bajar de peso pero quedan con una gran vulnerabilidad a las infecciones”, comentó.
La profesional recalcó que existen dietas efectivas como la keto que demuestra rápidos resultados, sin embargo, recalcó una vez más que si no son guiadas por un nutricionista, los resultados pueden ser negativos. Sobre la dieta cetogénica. específicamente, la licenciada mencionó: “Es una dieta muy eficaz, no solo para la pérdida de peso sino también para otras patologías, pero cuando no es desarrollada adecuadamente tiende a elevar el nivel colesterol y triglicéridos porque no incorpora algunos alimentos”.
Respecto a las pastillas y batidos que prometen la disminución de calorías, Machuca manifestó que no siempre son necesarias, aunque sí influyen positivamente en el tratamiento. Aún así, hizo énfasis en que siempre deben acompañar una correcta alimentación ya que de lo contrario provocan un efecto rebote, o sea, un aumento de peso acelerado.
Para la nutricionista, lo ideal es perder medio a un kilo por semana. “De acuerdo al manual de obesidad que tenemos en el Ministerio, lo mínimo que un paciente puede bajar, o lo que se espera, es que baje de medio kilo a un kilo por semana. También hay metabolismos muy acelerados que pierden más pero si están comiendo bien no es un problema, no obstante, forzar perder 10 kilos en una semana viviendo a base de jugo y de caldo de verduras es lo que está mal”.
Alimentación en verano
Conforme a lo expresado por la licenciada en el portal del MSPyBS, durante la temporada de calor la alimentación debe ser refrescante y nutrir al organismo además de aportar protección a la piel, puesto que los rayos UV del sol dañan la piel y causan envejecimiento prematuro. En este sentido, lo preferible es consumir frutas de estación como sandía, melón, piña, durazno, uva, ciruela.
Las mismas pueden ingerirse de diversas maneras: en forma de brochette, ensalada de frutas (sin azúcar y mezclando hasta tres frutas) o en compota, optando por formas de cocción hervidas o al vapor. Lo importante es alcanzar la ración recomendada de tres al día.
Igualmente, es importante el consumo de vegetales de diferentes colores al día, ya sea en ensaladas, salteados, sopas y al vapor. También beber al menos 2 litros de agua, y disminuir la ingesta de sal, utilizando hasta 5 gramos por día, equivalente a una cucharadita.