Para el cierre de 2025, tuti prevé alcanzar un crecimiento del 15% al 20%, mientras que Ticketea reporta entre 25% y 30%.
Mónica Masulli, gerente general de tuti, comentó: “Pasamos de procesos fragmentados a ecosistemas integrados que priorizan eficiencia, datos y experiencia de usuario”. La vuelta masiva de conciertos, festivales y eventos presenciales aceleró cambios que ya venían gestándose, pero que encontraron en la pandemia y la pospandemia un punto de quiebre.
La demanda de seguridad, trazabilidad y rapidez dejó de ser un diferencial y pasó a ser una exigencia. El público quiere comprar desde el celular, recibir su ticket de inmediato, pagar con medios digitales y acceder sin fricciones. Paralelamente, los productores exigen tecnología que acompañe toda la operación, desde la preventa hasta el control de acceso.
Por su parte, Silvio López, gerente de operaciones de Ticketea, mencionó que “hoy la diferencia está en la tecnología, el servicio y la capacidad de ofrecer información en tiempo real”. A nivel regional, agregó que la tendencia apunta a sistemas completamente integrados que combinen ticketing, medios de pago, acreditación, control de acceso y, en muchos casos, soluciones cashless.
Tanto tuti como Ticketea identifican a los conciertos y festivales internacionales como el principal motor del negocio. Las giras de gran escala —pop, urbano y rock— impulsan preventas masivas, alianzas comerciales y una demanda que suele agotar sectores en minutos.
El deporte también se posiciona hoy como uno de los principales generadores de volumen: el World Rally Championship y los Juegos ASU 2025 ampliaron el número de usuarios y demostraron que el público ya adoptó por completo el ticket digital.
A esto se suma un segmento adicional: ferias, expos, congresos y eventos corporativos. La necesidad de registros eficientes, acreditaciones rápidas y trazabilidad fortaleció su migración a sistemas 100% digitales. Además, experiencias familiares, teatro nacional e internacional y propuestas inmersivas completan un calendario cada vez más diverso.
Según Masulli, “la comodidad y la seguridad son hoy los factores más valorados”. El usuario quiere procesos simples, información clara y métodos de pago confiables. El uso del efectivo cae, mientras aumenta la compra anticipada.
López añadió: “Los beneficios económicos —promociones, reintegros, cuotas sin interés y alianzas con bancos— son decisivos a la hora de elegir cuándo y cómo comprar. La exclusividad también gana terreno en forma de preventas, sectores VIP o accesos diferenciados”.