“La finalización de los programas de apoyo como Pytyvõ, la inestabilidad entre sequías y lluvias abundantes, el aumento del precio de los commodities y la disminución del poder adquisitivo tienen impacto en nuestra facturación. El año pasado mantuvimos las ventas, pero también requirió de esfuerzos logísticos y modificaciones estructurales”, comentó Ceuppens. Asimismo, la presidenta puntualizó que uno de los desafíos que tiene la industria avícola es la devaluación de la moneda de Brasil y Argentina, que incentiva el contrabando y saca mercado a las empresas nacionales.
Durante el 2020, con el inicio de la pandemia, el consumidor buscó alternativas más prácticas para la obtención de bienes, según Ceuppens, por lo cual la línea de pollos elaborados demostró mayor movimiento desde entonces. “En el caso del mercado internacional nos tuvimos que conformar con la reducción de los precios internacionales para no perder los mercados ya conquistados”, subrayó.
La empresa registra envíos a países como Rusia, Angola, Vietnam, Gabón, Mozambique, Haití, Liberia, Albania, Congo, Ghana, Kuwait y otros.
El catálogo de productos de Pechugón se divide en cuatro unidades principales: embutidos, transformados condimentados, envasados y procesados. En el primer grupo destacan las butifarras, chorizos de Viena, chorizos parrilleros, jamón de pollo (con su versión light), mortadela de pollo, pancho y paté de pollo.
En transformados los principales artículos son las albóndigas, arrollados, asadito, brochetas de corazón, brochetas de media ala, filetes de pechuga, muslito ala, muslos sin piel y patitas. La línea de envasados incluye alitas, caderitas, cubritos, filetes, lomitos de pechuga, muslito, passarinho, patitas y tiritas. Mientras que en procesados tienen pechuga molida y carne molida de pollo.
“Nuestros picos de venta se dan en Semana Santa, el Día de la Madre y a fin de año, durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. El año pasado en Semana Santa y el Día de la Madre no alcanzaron los niveles habituales debido a la crisis sanitaria”, mencionó Ceuppens.
La planta
Granja Avícola La Blanca SA posee su planta principal en Capiatá y registra una producción anual que ronda los 80 millones de kilos de pollo y cuenta con capacidad nominal de faena de 16.000 pollos por hora. Sus modernas instalaciones mantienen una línea de evisceración automática, sistema de congelamiento continuo y el molino de balanceados, el cual se amplió hace poco con cuatro silos adicionales de 10 millones de kilos cada uno.
Por otra parte está la planta de faena de San Antonio, donde hace poco se instaló un túnel continuo de congelamiento (carton freezer) con capacidad de 380 toneladas. “Actualmente la granja genera 3.000 puestos de trabajo directo e indirecto, y hay como 30.000 avicultores que son parte de la producción de los productos de Pechugon”, sostuvo.