Gayet destacó la liberación horaria que dispuso el Gobierno para los trabajadores gastronómicos. Así, paulatinamente se recuperan los puestos de trabajo suspendidos tras los efectos coercitivos de la pandemia.
“En general estamos contentos por la disposición que elimina la restricción horaria, con lo que los socios que trabajaban 24 horas, van a poder volver a la normalidad, y en consecuencia volver a absorber a su personal suspendido”, comentó.
En otro orden, remarcó que son conscientes de que hay que seguir colaborando y cumpliendo con los protocolos sanitarios para superar prontamente la crisis sanitaria, cuyas consecuencias fueron en detrimento del sector.
“Todavía tenemos distancia entre mesa y mesa. No hemos vuelto aún a la normalidad, en ese sentido. No podemos colocar la cantidad que nos gustaría dentro de nuestros locales gastronómicos. No todo el mundo tiene mesas al aire libre”, puntualizó.
Sobre las expectativas de movimiento de caja para fin de año auguró mejoras con relación al año pasado, aunque en un comparativo entre octubre de este año y el anterior, dijo que la facturación sigue igual.
No obstante, con un público más abierto a la posibilidad de salir, se visualiza un 25% de recuperación con relación al año pasado, esto, ayudado por la extensión horaria hasta las 02:00.
Lamentó que se siga restringiendo el aforo en los restaurantes. “Hay locales preparados para recibir 600 personas y hoy en día pueden albergar solo 280 personas”, precisó.
Instó a seguir cumpliendo con las medidas sanitarias y trabajar en serio. También solicitó a la Secretaría de Estado de Tributación seguir con el aporte del 5% de los impuestos a la actividad que desarrollan, en lugar del 10%.
“Hay que saber que la gran mayoría está endeudada y quedaron debiendo durante casi 14 meses. Nos ofrecieron créditos para pagar salarios sin haber facturado nada. Por más que parezca estar mejor la situación, estamos recaudando no para ganar, sino para pagar deudas. Probablemente en el 2024 o 2025 comencemos a ganar dinero”, exclamó.
Por último, expresó que siguen trabajando con muchas ganas y optimismo, y que reincorporaron los empleos suspendidos. Reconoció además que tampoco se están llenando los restaurantes.
“Es una situación coyuntural que se está presentando. Esto conlleva a que en este momento, los locales gastronómicos que mejor funcionan son los que ofrecen comida rápida o más económica”, contó.
Por otro lado, añadió que el contrabando está afectando enormemente al sector formalizado. “Nosotros pagamos IPS, con los adicionales nocturnos correspondientes. Compramos legal con factura de proveedores que importan”, subrayó.
Ejemplificó que se produce una competencia desleal con la compra de un bidón de aceite a G. 60.000, cuando por el producto ingresado de contrabando otros pagan G. 35.000. “Eso hace que haya una disparidad de precios entre formales e informales”, lamentó.