Volviendo al Origen -que forma parte de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy)- nació en 2018 para visibilizar la cultura latinoamericana bajo un primer modelo que consistió en una serie de entrevistas a personas de distintos lugares del Paraguay. Actualmente, los miembros del emprendimiento trabajan como articuladores entre los pueblos originarios y personas interesadas en adquirir artesanías tradicionales de las diferentes comunidades con las que trabajan.
“A finales del 2019 ingresa al proyecto mi mamá, que es bióloga con experiencia de trabajo con comunidades indígenas del Chaco paraguayo, Brasil y Colombia. Desde entonces nos pusimos a distribuir cestos, bolsos, círculos de totora, alfombras y otros artículos”, comentó Cabrera. Según la entrevistada, Volviendo al Origen opera junto a cuatro comunidades: Toba Qom de Cerrito, Enxet Sur de Pozo Colorado, Ishir de Bahía Negra y Ayoreos de Boquerón.
“Coordinamos con un representante de cada comunidad y esa persona se encarga de
distribuir el trabajo a los demás artesanos. Estimo que en cada comunidad hay aproximadamente 20 artesanas”, manifestó Cabrera. Entretanto, la fundadora de Volviendo al Origen detalló que cada pueblo se caracteriza por elaborar sus artículos con materia prima diferente, por ejemplo, los tobas utilizan preferentemente la planta de totora que crece cerca de los riachos, los enxet la carandilla, los ishir el caranday y los ayoreos elaboran tejidos con hilo de caraguatá.
“Desde un principio quedó claro que estar en Asepy nos iba a servir para volvernos proveedores de otras empresas. Gracias al programa PYME Exporta por primera vez
exportamos piezas fabricadas por pueblos originarios”, expresó Cabrera. Así también, contó que hace unas semanas Volver al Origen accedió a un beneficio de la Asepy para enviar a Uruguay algunos trabajos de las comunidades. La asociación -en conjunto con la empresa DHL- permitió que la encomienda cueste 50% menos.
Tiempos de COVID-19
“Resistimos dos meses sin vender nada y por eso organizamos ollas populares partiendo de colectas para apoyar a las artesanas. Igualmente, toda esta situación nos sirvió para crear un sitio web y vender online”, expresó Cabrera. Asimismo, la fundadora resaltó que la idea que tenían para este año era habilitar un local físico pero debido a la pandemia no fue posible, sin embargo, pusieron en marcha su canal de ventas digital.
“La Asepy jugó un rol clave porque pusieron a disposición de los emprendedores una plataforma, de modo que podamos ofrecer nuestros productos en línea. Este fue un puntapié inicial para que habilitemos nuestro canal de venta”, sostuvo Cabrera.