En la década de los 90, Rodolfo Winekker inició en un galpón alquilado de Fernando de la Mora y con máquinas usadas el negocio de fabricación de cajas de cartón para envases pequeños y en pequeñas cantidades, en un mercado paraguayo todavía no explotado. Con el correr de los años, Winekker divisó una importante posibilidad de crecimiento de la industria de exportación de carne. “Fue uno de los pioneros que vio ese mercado y ese crecimiento que iba a tener con los años. Entonces Envaco se lanzó a hacer este tipo de envases, y como la industria de la carne paraguaya crece exponencialmente, Envaco también crece exponencialmente”, explicó Karen Winekker, directiva de la empresa.
Hoy la planta localizada en Mariano Roque Alonso evolucionó en tamaño y tecnología gracias a la inversión realizada de cerca de US$ 2 millones. “Todavía no es la planta que queremos, pero nos enorgullece”, comentó al inicio del recorrido Rodolfo Winekker Echeguren, gerente general de la empresa que hoy ocupa el 45% del mercado en el país, generando 2.000 fuentes directas e indirectas de empleo y con una capacidad de producción de 2.100.000 m2 de cartón.
Envaco abarca una gran parte del mercado de la industria alimenticia del país, siendo su fuerte los agroexportadores, principales clientes; así, Envaco anualmente destina 14.000 toneladas de papel a Europa, Estados Unidos y Asia. “Llega (el producto final) con la carne paraguaya como a 100 países”, mencionó Rodolfo.
Cada caja estándar para frigoríficos soporta 1 tonelada de peso protegiendo su contenido. Neuland, Frigomerc, Concepción, Pollos Amanecer, Tabacalera del Este, Cervepar y Fernheim son algunas marcas que confiaron en Envaco para contener y resguardar sus productos.
Certificación B y otros reconocimientos
Envaco se encuentra certificada desde hace dos años como empresa B, una certificación global que plantea que desde el núcleo de las empresas se instaure el propósito de generar el equilibrio entre la ganancia económica y el impacto social y ambiental.
“En Envaco tenemos una visión desde hace muchos años, desde el fundador que es mi padre, que va más allá de lo económico. Si bien es lo que sostiene y es lo que nos permite crecer, tenemos una visión que se enfoca en nuestro impacto social y ambiental. Decimos que trabajamos en este triple impacto porque estamos convencidos de que es lo que nos va a hacer llegar más lejos. También estamos convencidos de que, si bien este triple impacto es una gran responsabilidad, también es una gran ganancia no solo para la empresa, sino también para el país y es también una ventaja competitiva”, expuso Karen, quien además indicó que ser una empresa de impacto positivo los hace más competitivos en un mercado internacional cada vez más exigente, en el que se le agrega valor a las empresas que logran un poco más con un poco más de conciencia sobre el medio ambiente y las futuras generaciones.
Con deseos de mejorar
El aumento en un 100% de la materia prima e insumos en la región desde la pandemia no contribuyó al desarrollo fluido del negocio en 2020. Sin embargo, el objetivo de la gran familia de Envaco está muy claro, “La idea es no parar”, aseguran. “Para lo que viene, queremos entrar en algunos proyectos como maquila, o que nos permitan tener ventajas arancelarias para seguir saliendo a la región”, expresó Rodolfo. “Hay que ser patriotas, debemos consumir lo nuestro; el flagelo del contrabando es algo que nos golpea bastante; detrás de cada fábrica hay una mano de obra nacional”, concluyó.