Conocimos al chef Tato en una agradable entrevista en donde nos contó lo siguiente: “Mi pasión por la gastronomía comienza desde la infancia. Mi abuela fundó uno de los primeros restaurantes de cocina típica del país, se llama Restaurante Colombia. Mis padres son gastrónomos y también tienen un restaurante de comida típica. Asimismo, mis primos y tíos participan del emprendimiento familiar y a la par están involucrados en el rubro de la gastronomía de eventos”.
Carlos es gemelo, su hermano (fotógrafo profesional, diseñador gráfico y DJ) también vino a vivir a Asunción. Son los menores de 5 hijos. Así como Tato nos cuenta su historia familiar, era inevitable que no participe de la empresa de sus padres o que no le guste la gastronomía, sin embargo en algún momento pensó en ser veterinario. “Realmente a los 14 o 15 años, después de una vida entera de no dejarme cocinar, mi abuela me dijo que lo mejor que podría hacer es dedicarme a la cocina. Allí, y antes de terminar el colegio, ya comencé a estudiar diferentes cursos de gastronomía para ver si realmente era lo me gustaba”.
“Trabajé en restaurantes y casas de eventos de mi familia, luego en un restaurante peruano lejos de Bogotá. También pasé por una cadena muy grande de restaurantes de Colombia llamada Archie’s y con ellos montamos una rama de cocina asiática. De ahí estuve en varios restaurantes de este estilo hasta que monté la cocina del primer casino para una empresa de publicidad muy conocida de mi país. A partir de esto me di cuenta que la cocina no es solamente quemarse con los fogones (lo cual amo), así que me enfoqué más al diseño de carta y de restaurantes, incluso de bares”, agregó.
El chef Tato también tuvo su propia empresa de catering junto a su hermano. Además de una empresa de publicidad y algunos bares. En Colombia trabajó con empresas de gran renombre como La Riviera, Carolina Herrera, M·A·C Cosmetics, Dolce&Gabbana, entre otras. Carlos también nos contó que se considera “un cocinero bombero”, porque puede llegar a apagar cualquier fuego.
Llegó a Paraguay por recomendación de la escuela donde estudiaba; el Colegio de Gastronomía del Gato Dumas. “Tuve la oportunidad de conocer a Javier Rocca en Colombia hace 8 años en unas clases. Nunca nos presentamos, pero luego la directora de la escuela me ofreció la oportunidad de venir aquí y lo vi muy viable. Al principio Javier no confiaba en mi porque estaba metido entre bares, pero poco a poco (y con mucho empeño en mi trabajo) fui escalando, y hoy día soy el Sous Chef del Mburicao; la mano derecha de él. Actualmente en el restaurante estamos presentando un menú nuevo, muy refrescante y con propuestas innovadoras para todos los gustos. Además de un menú especial para el mediodía”.
“Hace casi dos años llegué a este país, gracias al Mburicao, con un enorme interés por la gastronomía paraguaya. A pesar de saber que Paraguay no es nombrado como sitio gastronómico, me encantaría lograr posicionarlo como un referente en Sudamérica”, finalizó el joven chef.