De acuerdo al comunicado de la compañía, la firma registra unas pérdidas por la caída de beneficios brutos de US$ 632 millones y calcula, en su totalidad, la pérdida de US$ 2.200 millones en el primer trimestre del 2020. Según Ford sus resultados se redujeron significativamente a consecuencia del coronavirus, cabe resaltar que la empresa dejó de producir vehículos a mediados de marzo y sus fábricas permanecieron cerradas durante todo abril.
El fabricante reportó ingresos de US$ 34.320 millones durante los primeros tres meses del año, 15% menos que en 2019, cuando registró la entrada de US$ 40.342 millones. Estos números se dan a causa de la caída de las ventas de automóviles en un 12,5 %, y representan el mayor descenso de la firma en 11 años. Actualmente, las acciones de Ford bajaron alrededor de 47%.
El documento manifiesta que en el primer trimestre solo Norteamérica generó beneficios para la empresa, con ganancias antes de intereses e impuestos de US$ 346 millones, a diferencia de otras regiones como China, donde perdió US$ 241 millones, en Europa US$ 143 millones, Sudamérica US$ 113 millones y US$ 26 millones en los mercados restantes.
Ford retiró las expectativas financieras para el 2020 que había anunciado a principios de febrero, y el director financiero de la compañía, Tim Stone, explicó que el entorno económico actual sigue siendo demasiado ambiguo para proporcionar una nueva perspectiva para todo el año. Asimismo, expresó que se espera una pérdida de más de US$ 5.000 millones para el segundo trimestre, puesto que los volúmenes de la industria disminuyen significativamente en todas las regiones año tras año.
Con el fin de maximizar el efectivo y preservar la flexibilidad financiera más allá de la pandemia, la corporación informó que está reduciendo sus costos operativos, los gastos de capital, y aplazando porciones de los salarios ejecutivos. Así también, realizó un préstamo de más de US$ 15 mil millones de líneas de crédito existentes, entre otras medidas.