El economista Hugo Royg analizó las principales implicancias de este nuevo panorama, destacando las oportunidades para mejorar la captación de inversiones extranjeras, con un enfoque particular en el sector inmobiliario. Su exposición promete arrojar luz sobre las posibilidades de crecimiento y expansión en este mercado, que podría convertirse en un motor clave para la economía nacional.
En los últimos años, el sector inmobiliario ha sido uno de los principales atractivos para la incursión extranjera, a través de la inversión directa en propiedades físicas, como edificios o departamentos.
“Habrá un flujo de recursos hacia Paraguay orientado al sistema financiero y en busca de oportunidades de inversión. La inversión que venga, ya sea directamente como inversión inmobiliaria o como inversión física, también necesitará asentarse en una propiedad”, comentó Royg.
Entre los sectores que podrían recibir inversiones y requerir espacio físico, Royg señaló la ampliación de frigoríficos y centros médicos, explicando que estos valoran de Paraguay elementos como la estabilidad macroeconómica, la baja tasa impositiva, la disponibilidad de créditos para vivienda y la alta rentabilidad en las inversiones inmobiliarias.
Según el especialista, en los últimos 30 años, Paraguay ha pasado a ser mayormente urbano, creciendo desordenadamente y con una muy baja densidad, lo que encarece los servicios.
El déficit habitacional en el país es más cualitativo que cuantitativo, reflejando la diversidad en las condiciones de vivienda de la población. Solo el 0,7% vive en una casa propia con cuotas en curso, mientras que el 0,5% reside en condominios y el 7% en casas cedidas. Sin embargo, el 82,4% de la población vive en situaciones diversas, como en viviendas propias compartidas con familiares o en situaciones legales inciertas. Según el INE, aunque la cantidad de viviendas crece tres veces más rápido que la población, persisten desafíos en la calidad de las viviendas disponibles.
Adicionalmente a este efecto directo del grado de inversión en tasas y plazos, los ingresos generados como producto de dicha dinámica pasarán por el sistema financiero, lo que aumentará la liquidez disponible en el mercado, contribuyendo a una reducción aún mayor de las tasas de interés.
Entre otros desafíos del sector inmobiliario en Paraguay, Royg se refirió a la necesidad de generar una oferta habitacional más adecuada a la demanda existente. Explicó que la oferta es actualmente bastante homogénea, mientras que la demanda va adquiriendo características cada vez más variadas. También agregó que el grado de inversión ayudará a superar el déficit habitacional del país.
“Los inversores internacionales seguirán apostando por el sector inmobiliario, y el grado de inversión acentuará esta dinámica. Es necesario desarrollar estrategias para conectar una demanda emergente y heterogénea con una oferta homogénea y poco adecuada. Una economía en crecimiento impulsa a una clase social emergente que demanda vivienda, y es importante considerar las zonas en crecimiento y los planes territoriales para aprovechar el desarrollo inmobiliario”, concluyó.