La Lilia Café surgió a raíz del desarrollo del proyecto Villa María: un emprendimiento ubicado en San Bernardino que tiene el propósito de ser un espacio en donde las personas puedan reencontrarse con lo que vivieron en su infancia; un lugar tranquilo, relajado y acogedor. El espacio ofrece, además del café, un bistró y también una barra (que se abre solo durante el verano).
“La intención de Villa María es transportar a las personas a las épocas en donde el tiempo parecía no pasar y donde se sentía el cariño de las comidas de las mamás, las abuelas, las tías. Ese es el espíritu de Villa María, que se transmite a través de la gastronomía de La Lilia Café”, explicó Juan José Ardissone quien, junto a su esposa, Eliana Rodríguez Alcalá?, crearon este fascinante lugar para hospedarse.
Para gerenciar el sector gastronómico del establecimiento, Juan José y Eliana invitaron a Emilia Lezcano, propietaria de La Herencia. “Ella tiene una larga trayectoria gastronómica, viene de una familia que impulsa la cultura del país hace años y, sin lugar a dudas, era la indicada para formar parte de este proyecto como socia nuestra”, cuenta Ardissone.
La principal diferencia del café es que sus propietarios apuntan a tres aristas que no siempre están bien atendidas en todos los lugares. “Hacemos muchísimo esfuerzo para que el servicio sea realmente bueno, que la comida sea lo más rica posible y que siempre tengamos una gran variedad, todo eso dentro de un ambiente y una arquitectura bien pensada y cuidada. El jardín es maravilloso, lo que hace que el estar ahí sea verdaderamente un placer”, manifestó.
El café cumplió un año en octubre del 2021, abrieron en el 2020, en plena pandemia. “Seguimos creciendo, las ventas siempre van en aumento. San Bernardino es un lugar que está cambiando su esquema de ser solamente la ciudad del verano. Si bien hay una marcada temporada alta, durante el año, todos los fines de semana tenemos ocupación llena. Acompañamos este cambio ofreciendo esta propuesta, lo cual es muy positivo para las personas que tienen más opciones y también para el turismo del país”, mencionó el arquitecto.
La propuesta gastronómica de La Lilia Café es variada. Hay opciones para todos los gustos y estilos de alimentación (para celíacos, vegetarianos, carnívoros). “Le damos mucho realce a la comida típica”, dice Ardissone. El mbejú y las bombitas de chipa son las estrellas de la casa. En la temporada de invierno el bori y el soyo se llevan todos los halagos, mientras que ahora, en verano, la protagonista de la carta es la tabla de picada típica (con comidas como payagua mascada, pastel mandi’o, entre otros). Las ensaladas son muy solicitadas y el brunch no se queda atrás.
Finalmente, Ardissone señaló que el mercado gastronómico de San Bernardino creció bastante. “Si bien existe mucha competencia, sobre todo en temporada alta, nosotros miramos al café como un negocio sostenido a largo plazo. Llevar a cabo el proyecto Villa María ha llevado muchísimo esfuerzo, no solamente en lo económico, sino también en todo lo que hace al concepto y la propuesta”, enfatizó.
Definitivamente, La Lilia Café, es un lugar donde lo rico y lo bueno se encuentran. Un plan perfecto y un imperdible de San Bernardino.
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Para consultas contactarse al (0983) 926-131 o a través de la página web www.villamaria.com.py. Seguiles en el Instagram: @villamaria.py