Esta cifra supera a la registrada en los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde el sector transporte genera un 28% de los gases de efecto invernadero.
Al comparar los niveles altos de emisión de gases contaminantes, es momento de empezar a buscar sistemas alternativos de transporte, que funcionen de forma más sustentable, cuidando la salud de las personas y mejorando el medio ambiente, plantea el organismo multilateral.
“Bajo este panorama, la electromovilidad representa una gran oportunidad para los países de América Latina y el Caribe (ALC), ya que nuestra energía proviene de fuentes significativamente menos contaminantes, que en algunos países desarrollados. De hecho, el factor de emisión para ALC (0,21 kgCO2/kWh) es aproximadamente 62% inferior que el de Estados Unidos, 69% al de Alemania y 49% inferior al de Países Bajos”.
Entonces, en esta situación, es vital que los gobiernos implementen una agenda de políticas públicas para fomentar la electromovilidad, para cumplir con los compromisos asumidos en el marco del cambio climático y apostar a la inserción de tecnologías de transporte más eficientes, acota el BID.
Unidades
Según el informe, el sector transporte no se limita a los automóviles, si no que existe una amplia gama de unidades eléctricas como motocicletas, buses y bicicletas, de diferentes tamaños y distintas características.
Además, remarca que en 2017 se vendieron 1,2 millones de automóviles eléctricos enchufables, para alcanzar las 3 millones de unidades en las calles. Aunque esta cantidad actual se encuentra distante aún, en comparación al volumen estimado para el año 2025, que es de 40 millones de unidades en funcionamiento.
Por otra parte, muestra que los mercados más importantes para este segmento son: China, Estados Unidos, Japón, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia y Canadá.
Cambios
El informe revela que no va a ser fácil cambiar la totalidad del parque automotor, a este sistema más sustentable, pero que si se pretende hacerlo se deben tener en cuenta cuatro aspectos estratégicos.
“De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Renovable (2017), los cuatro lineamientos principales para el despliegue de los vehículos eléctricos son: la electrificación de los vehículos; la provisión del equipamiento suficiente para suministrar la carga de los vehículos; la descarbonización de la generación de energía eléctrica; y la integración de los vehículos eléctricos a la red eléctrica”.
Justamente, por estos puntos, afirma que el crecimiento de la venta y utilización de automóviles eléctricos solamente se logrará si desde el Estado se aplican normativas y se ofrecen incentivos a los usuarios o potenciales clientes.
Y como otro soporte trascendental, garantizar la provisión de energía a costos asequibles, y estimular iniciativas que puedan generar fuentes de energía alternativas.
Esto último debe ser aplicado para no poner en riesgo el sistema eléctrico de los países, lo que puede suceder si no se analiza el patrón de consumo que se tendrá a futuro.