Si bien cada fabricante tiene sus recomendaciones sobre cómo realizar el mantenimiento de sus vehículos, “nuestra sugerencia es hacerlo cada seis meses, o cada 5.000 kilómetros, dependiendo del tipo de lubricante utilizado en el motor”, explicó el empresario.
Añadió que en este chequeo se deben cambiar las piezas que hayan cumplido su vida útil según las pautas de mantenimiento de la marca y teniendo en cuenta el service anterior. Sobre esto último recalcó la importancia de llevar el historial de mantenimientos. Estos son los puntos claves a tener en cuenta para una óptima condición del vehículo.
Estado de las bujías: La empresa recomienda hacer una revisión cada 40.000 kilómetros ya que al deteriorarse las bujías afectan el motor y generan un gasto excesivo de combustible.
Limpieza de inyectores: Es recomendable realizar el servicio de mantenimiento y limpieza de inyectores cada 50.000 a 60.000 kilómetros.
Lubricantes: Se debe vigilar que el nivel esté al máximo y hacer un cambio de aceite cada 5.000 o 10.000 kilómetros dependiendo del tipo de lubricante. “La densidad del aceite adecuado para cada vehículo se estima según el motor, si es diésel o naftero, de su kilometraje, y del estado del motor en sí”, explicó.
Además del aceite de motor, se deben verificar los lubricantes de la transmisión, diferencial, fluidos de freno, de dirección, y de embrague.
Frenos: Se debe tener en cuenta el nivel de fluido de frenos y cambiarlo al menos una vez al año, y vigilar el buen estado de las balatas (pastillas de freno).
Amortiguadores: Se recomienda un cambio a los 60.000 kilómetros, o en caso de percibir ruidos al avanzar, o perder el control al pasar un tope o bache.
Luces: Hay que asegúrese de que los faros no están fundidos u opacos; si se nota que al manejar de noche la iluminación disminuye, hay que revisarlos.
Sistema de refrigeración: Al sustituir el líquido hay que asegurarse que la refrigeración mantenga la temperatura adecuada para un óptimo funcionamiento del motor. Hay que verificar el sistema de refrigeración del motor, que es el radiador, su reservorio de líquido refrigerante y mangueras.
Cambio de batería: La vida útil de una batería normal ronda los tres años, pero es recomendable revisarla de forma frecuente, preferentemente con un especialista.