El proyecto de este viejo cuatrimotor vuelve al tapete debido a las sanciones económicas impuestas por los países occidentales a Rusia tras la invasión de Ucrania. Las aerolíneas locales son las grandes perjudicadas, ya que la mayoría de ellas utiliza aviones fabricados por la europea Airbus y la estadounidense Boeing. La operación de estos se ha vuelto un desafío total para ellas, debido a que no pueden acceder a los repuestos de sus respectivas aeronaves.
Para hacer frente a esta problemática que golpea cada vez más fuerte a las líneas aéreas, la industria aeronáutica rusa decidió desempolvar y modernizar el Il-96-400 para utilizarlo como alternativa. Anteriormente, el modelo predecesor conocido como Il-96M incluso llegó a ser propulsado por motores Pratt & Whitney PW2337 y la cabina estaba equipada con aviónica EFIS de Rockwell Collins. Pero, en un mundo en dónde las aeronaves bimotores estaban ganando cada vez más espacio, el proyecto quedó en la nada.
Ahora, equipados con motores de fabricación nacional, el PS-90A1 y componentes hechos exclusivamente por empresas rusas, el primer Il-96-400M se prepara para su primer vuelo tras salir del hangar de producción la semana pasada.