La semana pasada, en el marco del Annual General Meeting (AGM) de IATA, algunos medios de prensa han consultado a directivos de Turkish Airlines sobre la ambición de la compañía de expandir su red hacia países sudamericanos no atendidos, haciendo alusión a Chile y Paraguay. La respuesta del CEO de la línea aérea turca, Ahmet Bolat, fue contundente:
“La verdad es que volar a Chile y a Paraguay es muy difícil con vuelos directos. Cualquier destino que no tenga un vuelo sin escalas no es bueno para nosotros. Recién cuando lleguen los 777-X podría haber oportunidades. Por el momento seguiremos atendiendo al resto de la región a través del Hub de las Américas en el aeropuerto de Ciudad de Panamá con nuestro acuerdo con Copa Airlines”, explicó.
En nuestra opinión, más allá del factor operativo que representa la imposibilidad o limitaciones de aeronaves con capacidades de cubrir distancias tan extensas como el caso de una hipotética ruta entre Estambul y Asunción, está la viabilidad comercial en el caso de Paraguay. El escenario de Santiago podría ser diferente, aunque Chile se encuentra geográficamente todavía más lejos que Paraguay partiendo desde Turquía.
En América Latina, Turkish Airlines opera con aeronaves propias desde su base en el aeropuerto de Estambul, Turquía, a São Paulo, Brasil; Buenos Aires, Argentina; Caracas, Venezuela; La Habana, Cuba; Bogotá, Colombia; Ciudad de Panamá, Panamá; y Ciudad de México y Cancún, México.
A la fecha, Turkish es la firma con mayor cantidad de destinos en el mundo entero, con una flota de más de 400 aviones, los que aumentarían a 800 en los próximos años con los multimillonarios pedidos hechos a los fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus.