Con más de 20 años de trayectoria, la profesional analizó la transformación del ecosistema comunicacional y las habilidades que definirán a los equipos comerciales del futuro. Ella comentó que su relación con las ventas, comenzó en su infancia. “A los 5 años ya hacía trueques de papeles de carta en la escuela”, recordó. Ese juego infantil fue el inicio de todo, con el tiempo se formó en distintos sectores, desde servicios hasta productos. “A los 25 años ya lideraba cargos de negociación y formación entrenando a personas desde la atención al cliente y la negociación en las ventas, llegando a formar a más de 300 personas al mes en el mundo de los negocios en los diferentes rubros”, resaltó.
En 2023 sumó una nueva capa a su perfil con la certificación como coach ontológica, una disciplina que, aseguró, fue decisiva para su desarrollo personal y profesional. “Es la materia más relevante para el ser humano. Mis maestros fueron los quiebres, las aperturas y el proceso de entender la vida tal cual es”, explicó Acosta.
Para Acosta, hoy se vive un momento abismal en el mundo de la comunicación. Las audiencias ya no consumen mensajes en un solo lugar lo hacen en múltiples plataformas, en tiempos diferentes y bajo lógicas propias. En ese contexto, “la omnicanalidad se volvió un pilar, te permite trazar circuitos digitales de crecimiento y llegar desde el concepto real de las marcas o personas”, destacó.
Las empresas que entienden esta dinámica logran posicionarse con mayor precisión, mientras que las que se digitalizan sin estrategia suelen caer en errores típicos como falta de claridad en su propuesta, ausencia de contenido relevante o la idea equivocada de que solo publicar es suficiente. “Digitalizar tu marca es posicionar un producto, una idea o una información. Te ahorra tiempo, te acerca a más personas y te ubica en tu nicho real”, remarcó.
Negociar en tiempos de inmediatez
Aunque los formatos cambian, para Acosta la esencia del acuerdo comercial permanece intacta, la relación. “La diferencia siempre estará en los vínculos a largo plazo. Una marca no es efímera, un producto puede transformarse, pero debe trascender”, puntualizó. Lo que antes llegaba en papel, hoy viaja a un clic, un streaming o un podcast; sin embargo, el propósito sigue siendo el mismo, la de crear impacto.
Si bien la técnica sigue siendo necesaria, Acosta es firme al decir que el futuro de los equipos comerciales descansa en las habilidades blandas, que define como “son el color flúor que todo líder del comercio y las negociaciones deben de tener como papel A en sus roles. Todos nacemos con habilidades y fortalezas, ambas son un une con flecha, pero no todos las afinamos con la misma brecha”. Para ella, lo primordial está en distinguir entre lo que uno es hábil para hacer y aquello en lo que es fuerte, especialmente desde el punto de vista emocional, la comunicación efectiva, la escucha activa y la capacidad de interpretar son pilares esenciales. “Escuchar + interpretar es igual al valor que esa persona quiere darle a su proyecto”, resumió.
Para Acosta, la formación continua dejó de ser opcional. “Hoy un título no asegura el futuro. Si la carrera que elegiste te genera valor, ahí está tu nicho de poder”, sostuvo.