Además de la devaluación de la moneda, las variaciones en los costos logísticos, como el transporte y los aranceles, también influyen en el incremento de precios. A esto se suma la inflación en Brasil, que impactó en los costos de producción de diversos bienes, especialmente en sectores como el alimentario, automotriz y farmacéutico. Las nuevas regulaciones aduaneras aplicadas por Brasil también añadieron una capa adicional de complejidad a este panorama, encareciendo aún más el proceso de importación.
Antonio Dos Santos, presidente de la Cámara de Comercio Paraguay Brasil, expresó su preocupación sobre esta situación. “Todavía no tenemos certeza de que el incremento de algunos artículos esté afectando a la industria local en algunos de sus productos elaborados", señaló. No obstante, afirmó que "es obvio que los productos importados están más caros, no solo por la devaluación del guaraní, sino también por el problema de la hidrovía”, en referencia a las dificultades logísticas que enfrentan los transportistas en la principal vía fluvial utilizada para el comercio.
Productos más afectados
Entre los productos que más aumentaron en sus precios se encuentran los alimentos procesados, como harinas, aceites y derivados de la soja, cuyo costo se incrementó debido a la mayor demanda y los costos de producción en Brasil. Otro sector que sufrió un duro golpe es el automotriz, con incrementos notables en el precio de vehículos, repuestos y autopartes, debido tanto a la inflación en Brasil como a los mayores costos logísticos.
Los productos químicos y farmacéuticos, esenciales para la industria agrícola y la salud pública en Paraguay, también tuvieron alzas significativas. En especial, fertilizantes y plaguicidas, cuyos precios subieron en medio de una crisis mundial de suministros. Además, los electrodomésticos y productos de tecnología, al igual que la maquinaria industrial, experimentaron un aumento en sus costos, lo que impacta tanto a consumidores como a sectores productivos.
Si bien, aún no es alarmante la situación por la que pasan los sectores dependientes de la economía brasileña, los indicadores muestran que la transferencia de estas subas poco a poco irán cargando más a los consumidores, quienes son finalmente los que pagan la suba de precio.