“Cerramos el año 2021 con un vertiginoso proceso de crecimiento como empresa, desarrollando soluciones de pago que generarán impacto en el mercado paraguayo en el corto plazo”, afirmó.
En este contexto precisó que han crecido un 30% en la red de pos; y 20% en la red de cajeros automáticos. Mientras que las ventas incrementaron en un 40% en comparación al 2020.
Considerando estas proyecciones, inauguraron un centro de innovación denominado Bepsa Lab, para reforzar los nuevos lanzamientos, así como trabajar en una filosofía de trabajo de disrupción digital en forma constante.
Además, la ejecutiva reconoció que la pandemia aceleró el proceso de bancarización e introducción de un sector reacio a la digitalización de la moneda y las transacciones, llegando así a localidades del interior del país.
Planes 2022
Sobre las expectativas de crecimiento para este año, Salinas expresó que existen muchos desafíos, entre los primeros está la consolidación de todas las soluciones de pago que se desarrollaron en el 2021.
También buscarán ofrecer alternativas de modelos de pago disruptivos a los clientes, que generarán un cambio en el comportamiento actual.
“Actualmente estamos en un proceso de disrupción como empresa, un cambio total en cuanto a los productos y servicios ofrecidos, sobre el cual se basarán todas las nuevas herramientas que estaremos lanzando al mercado”, anunció.
Entre los principales proyectos está el de fomentar alianzas como Cámara Compensadora de Entidades de Medios de Pago Electrónico (EMPEs), donde interoperan todas las billeteras del país: Tigo, Personal, Claro y Zimple.
“Esto fomenta el pago digital, evitando el uso de dinero en efectivo. Así también, el fortalecimiento de nuestra propia tarjeta Dinelco, así como nuestra red”, añadió.
Entre otros desafíos se encuentra el de posicionar su tarjeta nacional Dinelco, que cuenta con más de 400.000 plásticos emitidos.
Hábitos del consumidor
Posteriormente, Salinas analizó el comportamiento del consumidor de hoy. “La pandemia fue un acelerador para varias industrias, pero así también, ha realizado cambios importantes en la conducta de los consumidores y especialmente su pensamiento hacia el ahorro”, consideró.
Para Salinas, podrían considerarse dos tipos de conducta de consumidores que fortalecieron sus ahorros. Por un lado, aquellos que por distintos motivos sus ingresos no se vieron afectados y tuvieron un ahorro forzado, derivados del aislamiento o encierro, con lo que desaparecieron los gastos como comer fuera de la casa, viajes.
Y por otra parte, aquellos que ahorraron por la incertidumbre y perciben cierta inestabilidad en el mercado o las condiciones laborales actuales, por lo tanto se vieron forzados a ahorrar.