A través del Decreto N°28.980, la Prefectura Municipal de Foz de Iguazú estableció un toque de queda por 14 días, que restringe la circulación salvo por motivos de fuerza mayor. Además, según el prefecto Chico Brasileiro, en los últimos días aumentó el flujo de personas oriundas de Paraguay que buscan atención médica en la ciudad ante posibles casos de COVID-19, por lo cual solicitó al Gobierno Federal la implementación de barreras sanitarias.
Santamaría explicó que es vital que se refuercen los controles en ambas cabeceras del Puente de la Amistad y en todas las zonas posibles. Seguidamente, aclaró que lo más importante es encontrar un equilibrio entre lo económico y lo sanitario, “para mantener la libre circulación, si es viable”.
Sobre la posible instalación de una barrera sanitaria en el puente, el empresario expresó que esto afectará bastante al movimiento comercial, porque no hay forma de realizar varios test semanales, por el alto costo del PCR y por la elevada cantidad de personas que circulan a diario.
Si se acepta la propuesta, Foz de Iguazú pedirá el test PCR negativo para el ingreso a Brasil, (con una anticipación de 72 horas). Además, el factor tiempo juega en contra de esta medida, porque “no solo es tomar la muestra sino procesar y obtener el resultado en un tiempo mínimo”, consideró Santamaría.
"Un tema importante es determinar cuánto cuesta los test de PCR para un comerciante que tiene que cruzar constantemente para hacer negocios. Si esta medida se va a consumar, ambos gobiernos deben dialogar y encontrar un sistema para que los test tengan un costo mínimo para los empresarios o particulares que hacen negocios", manifestó.
Anteriormente llegaban hasta 20.000 personas a Ciudad del Este, especialmente en fechas conmemorativas, recordó. Pero esa cifra fue cayendo, a tal punto que, desde la reapertura de la frontera “se alcanzó un máximo de 5.000 personas por día", agregó.
“De octubre a la primera semana de enero, los comercios facturaron un promedio del 40% en comparación a los números registrados en 2019. Y desde la segunda semana de enero cayó más la demanda a causa de la devaluación del real, y se tiene una facturación del 20%”, reconoció.
¿Y el aspecto sanitario?
El doctor Federico Schrodel, director del Hospital Regional de Ciudad del Este, indicó que en el hospital respiratorio para casos de COVID-19 tienen 30 camas de cuidados intensivos, de las cuales 29 se encuentran ocupadas.
Aparte, tienen 12 camas de reanimación, de las cuales nueve están ocupadas y 80 camas de sala de internación normal, con 35 de ellas ocupadas. Luego disponen de cuatro camas de cuidados intensivos pediátricos, con 50% de ocupación.
Al mismo tiempo, dentro del Hospital Polivalente, existen bloques para pacientes respiratorios: con dos de las nueve camas ocupadas en zona de casos covid; y otro para pacientes respiratorios (que no tengan COVID-19) que sí tiene una ocupación muy por debajo de su capacidad.
De acuerdo al médico, en los últimos días hubo un aumento sostenido de casos, el domingo con 94 y el lunes se confirmaron 168 casos positivos en Alto Paraná, donde registran 1.700 casos activos y un saldo de 397 fallecidos desde el inicio de la pandemia, detalló.
"Ciudad del Este maneja prácticamente los mismos números que Foz de Iguazú, y ellos se encuentran con un 97% de ocupación de unidad de cuidados intensivos. Sabemos que hay pacientes paraguayos internados en Foz, pero son pacientes que pagaron su internación en los centros privados”, afirmó.
Con respecto a la medida de solicitar test PCR negativo para ingresar a Brasil, Schrodel dijo que “es inviable desde el punto de vista laboratorial, porque cuentan con una capacidad de toma de muestras y procesamiento limitada de hasta 450 muestras diarias”, añadió.
Por último, Schrodel especificó que si se aplica esta medida una persona podría someterse al test hasta cuatro o cinco veces por semana, lo que representa una inversión muy importante y que no cree que prospere esta solución.
Con 20% de facturación, empresarios de Ciudad del Este temen implementación de barrera sanitaria en el Puente de la Amistad
Ante el avance de casos positivos de COVID-19 y la alta ocupación de camas de terapia intensiva en Foz de Iguazú, se estudia la instalación de una barrera sanitaria en el Puente de la Amistad, según la prefectura de la ciudad brasileña. Si esto se aplica, cada persona que ingrese al territorio brasileño deberá presentar el test de covid negativo (PCR), pero “esta medida afectará en gran medida al movimiento comercial”, advirtió el empresario Tony Santamaría, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecamaras).