“Sería más preciso decir que el mercado de las cirugías estéticas no paró, más que afirmar que existió un aumento en la cantidad de intervenciones quirúrgicas. Las actividades se mantuvieron porque se dio la necesidad de mejorar la salud a través de este medio”, manifestó Mussi, quien además de trabajar en la Clínica IMA, es miembro de la Sociedad Paraguaya de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS) y de la Federación Latinoamericana de Cirugía Plástica (FILACP)
Según Mussi, que las interacciones sociales se hayan realizado en gran medida por medio de cámaras incrementó la necesidad de las personas de sentirse mejor con su imagen, teniendo en cuenta que en el relacionamiento físico nos solemos fijar más en el otro. “Durante la cuarentena nuestros clientes solicitaron bastantes cirugías faciales, principalmente en los párpados, el botox y otros rellenos”, declaró Mussi.
Asimismo, el entrevistado comentó que el uso de tapabocas también colaboró con la decisión de las personas de realizarse algún tipo de cirugía ya que permite ocultar la operación mientras cicatriza, en tanto que el home office les proporcionó más horas libres, considerando que anteriormente el trabajo presencial les consumía más tiempo. “Otro factor que pudo haber aumentado la demanda fue que las actividades como el gimnasio tardaron para habilitarse y la gente optó por la cirugía estética para verse bien en verano”, explicó Mussi.
En cuanto a las proporciones de personas que se realizan cirugías estéticas, el doctor añadió que no variaron y los hombres continúan solo con el 10% de las intervenciones quirúrgicas, un índice que es menor al promedio que tienen otros países. Entretanto, Mussi aseguró que los individuos que acuden a este tipo de servicios poseen una economía estable, pero acotó que fue visible que también se vieron afectadas de alguna manera.
“En la clínica facilitamos las consultas y en líneas generales creo que los precios se hicieron más accesibles si comparamos con los de diez años atrás. Las cirugías estéticas hoy no pertenecen solamente a una élite económica”, destacó.
Los avances
Mussi recordó que en la Clínica IMA poseen un equipo virtual que permite que las consultas se realicen desde la comodidad de la casa del cliente y que a través de una selfie se elabore una reconstrucción precisa para implementar la cirugía. “La forma de consulta fue la que se modificó más durante la cuarentena, saneamos la sala cada vez que sale un paciente y también usamos herramientas tecnológicas”, subrayó.
Por último, afirmó que el cuidado sanitario dentro del quirófano siempre fue estricto y lo que incluyeron dentro del protocolo para el sector fue la realización del test COVID-19 72 horas antes de la intervención.