“La cámara agrupa a las empresas relacionadas con obras electromecánicas en todo el país”, explica el ingeniero. “Nos dedicamos a instalaciones industriales, de baja y alta tensión, y a la electrificación de municipios mediante tendidos y estaciones de distribución. Nuestro trabajo es llevar energía a cada rincón del país, construyendo la infraestructura que hace posible el crecimiento”.
El 2025 se cerrará con numerosas obras, principalmente de la ANDE, algunas apoyadas por Itaipú y organismos multilaterales. Según Felippo, estas acciones buscan distribuir la energía actualmente excedente, pero anticipan que la demanda seguirá creciendo: “Las proyecciones más pesimistas indican que alcanzaremos nuestro límite de generación en cuatro años; las más optimistas, en diez. Por eso, debemos trabajar ya en nuevas fuentes de generación para sostener el crecimiento del país”.
Aunque la inversión privada aún se concentra en industrias, agroindustrias y sectores electrointensivos, como data centers, la generación de energía privada es todavía incipiente. “Hay esfuerzos puntuales, como plantas solares instaladas recientemente, pero son iniciativas pequeñas. El sector público y privado deben aumentar su participación para cubrir la demanda futura”, señala.
Respecto a la transición energética y las energías alternativas, Felippo aclara que representan oportunidades: “Apoyamos cualquier nueva fuente de generación. Nosotros llevamos la energía desde estas fuentes hasta las casas. Esta transición genera proyectos que nuestras empresas pueden ejecutar y participar activamente”.
El presidente de la cámara también resalta la importancia de la inversión sostenible: “Paraguay puede convertirse en un centro de generación y venta de energía al exterior. Con capital privado, podemos generar y transmitir energía a países vecinos utilizando la infraestructura de la ANDE y pagando un canon por su transmisión. Esto abre un abanico de oportunidades para el sector y para la economía del país”.
Sobre la magnitud de la industria, Felippo prefiere no dar cifras exactas, pero enfatiza que el sector tiene un movimiento económico muy grande. “Tenemos más de 80 empresas asociadas y trabajamos en mantenimiento de líneas, construcción de subestaciones y tendidos nuevos. Cada obra implica empleo calificado, proveedores locales y familias beneficiadas por la actividad económica generada”.
La cámara también fortaleció su rol gremial durante el año. “Incorporamos nuevas empresas asociadas, logramos acuerdos con proveedores y participamos en eventos como Constructecnia. Además, estamos planificando charlas técnicas y exposiciones para el próximo año, con el objetivo de seguir creciendo y consolidarnos como referentes del sector”, afirma.
“No se trata solo del desarrollo eléctrico, sino de empleo especializado, capacitación continua, servicios a comunidades y utilización de materiales nacionales. Cada proyecto impulsa la economía local y contribuye al bienestar de muchas familias”, concluyó Felippo, resaltando la cadena de valor.
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