Varios factores inciden en la desaceleración del sector de la construcción, tales como el aumento de precio de la materia prima, el posible incremento del salario mínimo –que incidirá en el mayor costo de la mano de obra- y la crisis global, que afecta a la economía mundial y a la paraguaya.
“Esta crisis repercute en nuestra economía y en la de los otros países, sobre todo en la de nuestros vecinos, que muestran una inestabilidad que nos afecta porque son nuestros mayores inversores”, señaló María Thereza Orué, directora de proyectos de Itasâ SA.
Un indicador que mereció la atención del sector es que el crecimiento interanual -consignado por el reporte trimestral de cuentas nacionales del BCP- en los últimos tres meses de 2021 fue de 2,2%, frente al 5,6% del periodo inmediato anterior, y muy detrás del alcanzado en el segundo trimestre (34,8%), y del desempeño logrado en el primero (14,2%).
Orué afirmó que también influye la desaceleración económica pronosticada para este año. “El año pasado tuvimos un buen crecimiento del PIB con 4,2%, mientras que para este año se espera que no haya crecimiento o que sea negativo. Estos factores están haciendo pensar a los inversionistas inmobiliarios sobre sus emprendimientos; y también hay poca inversión del gobierno en obras”, refirió la profesional.
Desarrolladores
Sin embargo, el panorama no parece ser tan preocupante en otra actividad del sector de la construcción. “Tal vez esté bajando la inversión individual, pero no la del desarrollador. Creo que cada vez se están viendo más emprendimientos”, aseguró Raúl Constantino, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei).
El titular del gremio indicó que la desaceleración que muestran los indicadores del BCP puede ser que afecte a quien se encuentra edificando, o ampliando, su vivienda particular, y a las obras públicas, que están casi paralizadas y tampoco hay nuevos emprendimientos.
“Y además está el tema de los pagos, que tal vez esté afectando en el avance y movimiento del sector; pero el desarrollo inmobiliario sigue cada vez con más fuerza; incluso, estamos viendo que cada vez más desarrolladores están viniendo del exterior y comenzando nuevos proyectos”, añadió.
No obstante, Constantino aclaró que el panorama que se ve en la actualidad tiene su origen en decisiones tomadas el año pasado y que los efectos de la situación actual se van a notar recién en, al menos, seis meses.
“Después hay que hacer un estudio más fino, porque son dos escenarios totalmente diferentes el de los desarrolladores y el de los compradores. Podría ocurrir que el comprador decida guardar sus ahorros y esperar a ver qué pasa; pero estamos viendo que la venta tampoco paró”, aseveró Constantino.