Los productos gastronómicos son de elaboración propia, y se constituye en una excelente opción para que los viajeros hagan una pausa y se deleiten con platos típicos de la región.
La misma ministra de Turismo, Sofia Montiel, recomendó a la ciudadanía visitar el parador de esta comunidad, afirmando que” no puede faltar en el camino de los que van al interior del país”.
Selene Giménez, propietaria del establecimiento, indicó que el proyecto nació en post pandemia y es uno de los sueños de su madre. Su principal unidad de negocios es la gastronomía local. “Elegimos este rubro porque vimos una necesidad en la zona, que se denomina Cordillerita, y quisimos satisfacerla, pudiendo así ofertar un producto de calidad, diferenciado”, detalló.
El parador ofrece desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena, para que a cualquier hora en que se cruce Loma Grande, el comensal pueda degustar las delicias que ponen a disposición.
“La empresa inició en temporada alta, por lo cual fue creciendo de forma constante. Después tuvimos un pequeño declive por temporada baja, ya que Cordillera está muy marcada por la estacionalidad. Aguantamos el invierno y ahora estamos retomando la producción”, expresó acerca del proceso de reapertura del parador.
Actualmente trabajan en el emprendimiento seis personas, luego en temporada alta alcanzan a contratar hasta 15 mozos, dependiendo de los eventos que se realizan en el lugar.
“Uno de los productos más pedidos es la hamburguesa, tenemos una que se llama Mariscal y viene con verduras, carne, huevo, cebolla morada y tomate. Prácticamente utilizamos materia prima local para trabajar en cadena con la gente que produce lechuga y tomate”, comentó.
En cuanto al menú del día, se destacan las milanesas de surubí, carne y pollo con guarniciones. Luego está el menú económico que varía, desde guiso a caldo de gallina.
A futuro, pretenden anexar alojamientos al parador, ya que mucha gente busca donde pernoctar al tiempo de comer. Además, la zona ofrece pocas opciones para estadía y alojamiento.
“El principal desafío del rubro es la calidad, en cuanto a la comida y el servicio, por la falta de profesionales que hay en el área. Prácticamente tenemos que empezar a capacitarle otra vez a la gente que va a trabajar con nosotros”, reveló.