Cada 11 de octubre se recuerda a nivel global el Día Mundial del Dulce de Leche, desde 1998. Becker afirmó que al tener un alto componente de azúcar adicional, el rendimiento se calcula entre un 45% a 48%. A su vez, explicó que 1 litro de leche da 1 kilo de dulce de leche con la incorporación de azúcar.
“Es un producto bien pesadito, bien dulce, para fines tanto de confitería como de consumo, pero también hay un dulce de leche dietético en el mercado, con menos cargas de calorías”, señaló.
Acerca de la facturación del segmento y el porcentaje de participación en el total, indicó que es un producto más caro, equivale al 5% de lo facturado y se lo utiliza bastante para confitería. En cuanto a los ingresos totales por venta de lácteos, puntualizó que estiman que ascienden a unos US$ 700 millones anuales. “Serían US$ 35 millones que podrían atribuirse al producto dulce de leche”, apuntó.
Para Becker el dulce de leche tiene un fuerte arraigo en el consumo nacional, por lo cual marcas importadas también tienen preponderancia puesto que la producción local no da abasto a la demanda interna.
Entre los productos que se ofrece mencionó al tradicional, que cada industria trata de mejorar en cuanto al color, la textura, la espesura, cada cual con su tipo de consumidor. Además está el dulce repostero, que se seca fácil y está destinado a alfajores. Luego está el dulce de leche para consumo en el desayuno, cuya consistencia es más líquida.
Novedades
En alusión a las novedades, comentó que pretenden ampliar las presentaciones en sachet, de uso más práctico, destinadas a la decoración de tortas. Destacó igualmente que siempre se buscan nuevos patrones de consumo y formas.
“Hay un dulce de leche en una cajita de 30 gramos, de uso personal, que se consume en los aeropuertos, igual que la manteca, o un dulce, para un desayuno. Eso todavía nos falta, pero está en la carpeta de algunas marcas. Hasta ahora todo es importado. Después están los caramelos, tipo cremalín, que decíamos antes; eso también ya está en proyecto de salir al mercado”, contó.
Sin cambios de precios
Con relación a las expectativas del resto del año, remarcó que habrá mucha leche a fin de año, de cara a satisfacer el consumo del verano.
“Leche no va a faltar y estamos tratando de administrar los costos con la suba de combustibles; tiene una cierta incidencia en el producto, pero el mercado también está un poco resentido”, dijo.
Sobre la administración de precios y los posibles incrementos, aseguró que la suba será para ciertos productos pero con porcentajes muy leves. También añadió que la mayoría de los productos lácteos continuarán con los mismos costos vigentes.
“Siempre habrá alguna variación en algunos yogures; los quesos deberían subir pero no pueden hacerlo porque ingresan masivamente de contrabando y, si subimos mucho, no se vende más, siempre vemos la competitividad”, detalló.