Saúl Arias, director de la organización comentó que, con el paso de los años, ese grupo informal fue adquiriendo capacitación técnica y consolidando su estructura institucional hasta transformarse en una organización reconocida, “trabajamos con comunidades indígenas y con mujeres de la zona en proyectos de empoderamiento. Por ejemplo, construimos una huerta comunitaria donde las mismas mujeres cultivan y cosechan sus productos”, dijo Arias.
Uno de los proyectos más emblemáticos de Ecopantanal es el de revalorización de la artesanía tradicional a base de caraguatá, una planta nativa utilizada por las comunidades indígenas en la confección de tejidos y artesanías.
“El trabajo con las comunidades comenzó en 2010. En ese momento quedaban muy pocas personas que sabían tejer con caraguatá. Artesanía Ishir, son apenas cinco mujeres que conservan la técnica. Entonces creamos una escuela de saberes, donde las mujeres mayores enseñaban a las jóvenes”, comentó Arias.
Este proyecto permitió rescatar una práctica cultural en peligro de desaparecer, pero también enfrentó desafíos. “La sostenibilidad es difícil en el Chaco, conseguir financiamiento para sostener proyectos a largo plazo no siempre es fácil, así que buscamos alternativas y contrapartidas locales para que las comunidades puedan seguir adelante”, mencionó.
El año 2019 marcó un antes y un después para Bahía Negra y todo el Pantanal paraguayo. Aquel año, la región enfrentó uno de los incendios más grandes de su historia, afectando miles de hectáreas de bosque y humedales.
“Fue entonces cuando decidimos actuar, conformamos la primera brigada forestal de Bahía Negra y del departamento de Alto Paraguay”, contó. Desde entonces, la organización trabaja intensamente en la prevención y combate de incendios forestales, involucrando a pescadores, lancheros, productores y comunidades locales.
“Creemos que la mayoría de los incendios son provocados por actividades humanas, como la quema de pasturas o fogatas mal apagadas. En una región tan seca y con tanto material combustible, una chispa basta para que el fuego se propague rápidamente”, indicó Saul.
Otro de los grandes logros de la asociación es la elaboración de una guía de educación ambiental, lanzada recientemente. “Es un material para docentes y facilitadores, pensado especialmente para niños y jóvenes”, detalló Arias. La guía abarca doce temas esenciales, entre ellos las áreas protegidas, la cultura indígena, el cambio climático, la importancia del agua y los humedales.
“Muchas veces la gente quiere proteger algo que no conoce. Bahía Negra, por ejemplo, cuenta con cinco áreas protegidas importantes para el país, pero muchos habitantes no saben cuáles son ni qué función cumplen”, resaltó.
El material está disponible en formato digital y de acceso libre. “Lo difundimos a través de nuestras redes sociales, en el perfil de Instagram de la Asociación Eco Pantanal Bahía Negra. En el enlace de la bio se puede acceder a la guía y a los materiales complementarios: mapas conceptuales, videos, recursos audiovisuales… Todo para que los docentes puedan aplicarlo fácilmente”, explicó Saul.
El distrito de Bahía Negra forma parte del área de influencia del Parque Nacional Río Negro, un espacio clave para la conservación del Pantanal paraguayo. Sin embargo, Arias advierte sobre una problemática recurrente: la falta de presencia institucional del Estado.
“Muchas personas dependen de los servicios ecosistémicos del parque, pero no conocen su valor porque no hay presencia efectiva del Mades ni de otras instituciones”, señaló.