“Este año tenemos 120 stands, más de 200 actividades, entrada libre y gratuita. Celebramos porque, un ejemplo simple, hay libros desde G. 20.000. Estás teniendo libros baratos”, destacó Nery Peña, presidente de la CLAP, quien también subrayó que el evento es resultado del trabajo conjunto entre distintas organizaciones del sector. “Hay un mercado, esta feria la organiza la Cámara del Libro de Asunción, pero también están las otras cámaras”, manifestó.
Uno de los ejes centrales de la edición 2025 es el homenaje a Colombia, país invitado de honor. La Embajada de Colombia en Paraguay participa activamente con invitados especiales y actividades culturales durante el Día de las Naciones.
El evento también busca destacar el talento literario nacional. Peña dijo que el último domingo, para el cierre de la feria, premiarán al autor o autora del año. La votación es secreta y la condición es que ambos sean de nacionalidad paraguaya.
Peña indicó que, aunque la industria editorial paraguaya enfrenta desafíos, el panorama es alentador. Aseguró que las editoriales están registrando un buen nivel de ventas y un importante movimiento de público. Un dato clave es que el segmento más dinámico sigue siendo el de literatura infantil y juvenil, lo que demuestra la presencia de una nueva generación de lectores que sostiene y renueva el ecosistema del libro.
“Pusimos este año el lema ‘Leer es soñar’, porque te abre la mente. En Paraguay y en todo el mundo, lo que más da de comer a la industria del libro es la publicación de materiales para niños y adolescentes”, comentó Peña. Asimismo, agregó que Paraguay tiene todo para lograr una industria que pueda competir en el mercado latinoamericano. “Lo que nos falta es la voluntad y el empuje para lograrlo, incorporar tendencias mundiales adaptadas a nuestra cultura y, en un futuro, empezar a exportar”, añadió.
El titular de la cámara afirmó que el momento de la industria editorial está acompañando al proceso general del país. “Así como todo el país está logrando posicionarse positivamente en la región y en el mundo, creo que la industria editorial puede también seguir ese camino y empezar a poner un pie en otros mercados”, complementó.