Según el economista César Barreto, esta baja en la cotización se debe principalmente a una debilidad de la moneda norteamericana a nivel internacional por la señal que dio el Sistema de la Reserva Federal (FED) de que reduciría su tasa de política monetaria en la próxima reunión.
“Esto se reforzó a nivel regional debido a que el real se fortaleció como consecuencia de la aprobación de la Reforma Previsional por la Cámara de Diputados que mejoró las expectativas. En Brasil y en Argentina también se está estabilizando el dólar con las intervenciones del Banco Central, previo a las elecciones presidenciales”, añadió.
Añadió que mediante las acciones del Banco Central del Paraguay (BCP) se pudo estabilizar la cotización desde el mes de mayo, cuando se registró el pico máximo con G. 6.300 e incluso hasta G. 6.350 en algunas casas de cambio.
Sobre la incidencia en las importaciones y exportaciones, Barreto destacó que el panorama no será distinto al registrado en este primer semestre, por tanto, el BCP deberá continuar con la provisión de divisas para que la moneda no se dispare nuevamente.
“Estimamos que va a recuperar –la cotización– una tendencia alcista, pero menos pronunciada que en los meses anteriores”, pronosticó.
Resaltó que, para este segundo semestre, la cotización estará entre G. 6.000 y G. 6.200, a no ser que ocurran eventos inesperados a nivel interno o externo.
EVE
En su informe de las encuestas de Expectativas de Variables Económicas (EVE), el BCP reportó que la expectativa para el mes de julio es que el dólar se mantenga a G. 6.150 y que en agosto que no supere los G. 6.200.
A su vez, señala que esta línea podría ir nuevamente en ascenso hasta colocarse en G. 6.300 para finales de 2019 y comienzos de 2020. Tocando de esta manera nuevamente el pico máximo de mayo.