El valor de las exportaciones de harina de soja, en setiembre de 2018, ascendió a US$ 86.1 millones, lo que representa un 40,5% más en comparación al año pasado, en el mismo mes. Y si contabilizamos de enero a setiembre, se exportó por US$ 724.4 millones, lo que equivale a una variación del 32.2% en comparación al 2017. Es decir, se enviaron más de 1.910 miles de toneladas.
Debido a esto es que se registró un aumento de las manufacturas de origen agropecuario (MOA) en un 9,8% a setiembre de este año, lo que se traduce en exportaciones por US$ 2.318 millones.
La capacidad de industrialización de la soja es de 4.2 millones de toneladas anuales, según la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). En el país, las principales procesadoras de soja son el Complejo Agroindustrial Angostura S.A (Caiasa), Cargill y Copagra, entre otras.
Usos
La harina de soja se utiliza principalmente para la alimentación del ganado. Particularmente la planta de Caiasa produce harina de soja con alto contenido proteico, mientras que Cargill también elabora un producto de alta calidad.
Nueva ley
En la página oficial de la Cappro afirma que “el nuevo cambio de las reglas sufrido en el mes de junio con el Decreto 9.100/18 pone en riesgo el buen desempeño que se lleva en el año”. El Decreto Por el cual se modifican los artículos 13, 14, 15 y 16 del decreto N° 1029/2013, «por el cual se reglamentan aspectos relativos a la devolución de impuestos y repetición de pago indebido o en exceso, establecidos en la ley N° 125, del 9 de enero de 1992 y sus modificaciones» establece que las industrias procesadoras de oleaginosas forman parte de un proceso básico, primario o incipiente, lo cual afecta su tratamiento impositivo.