Ante este panorama, otros tipos de carne como la vacuna o aviar se convertirán en alternativas para los comensales chinos. No solo por tratarse de una proteína similar, sino por el menor costo que podría presentar.
Pilar Zubizarreta, directora de Pollpar, explicó que existen varias aristas a tener en cuenta en este escenario, porque no solo se empezará a mover el mercado porcino a nivel internacional, sino que se tendrán movimientos interesantes en el sector avícola y vacuno.
“Al reducir su producción de carne porcina, China no solamente deberá salir a comprar este tipo de carne a otros mercados internacionales, sino también apostar por el consumo de otras proteínas", destacó la empresaria.
En cuanto a las aristas, señaló que la óptima relación comercial entre Brasil y China juega un papel trascendental en la ecuación, considerando dos aspectos. El primero, con el incremento en la demanda de los cortes (vacuno, aviar o porcino), nuestro país podría beneficiarse al abastecer a empresas brasileñas que proveen al mercado asiático, que de por sí están realizando esfuerzos considerables para cubrir la altísima demanda.
Como segundo aspecto, apuntó que el afán de Brasil por cubrir la demanda de China puede desabastecer a otros importantes mercados, como Rusia. Por tanto, mediante acciones estratégicas podríamos cubrir estas demandas o incrementar nuestros volúmenes de exportación, si ya trabajamos con estos países.
El economista Amilcar Ferreira estuvo de acuerdo con estos dos aspectos señalados anteriormente, y agregó que esta situación no avizora una pronta solución.
“Este brote de fiebre porcina está causando estragos, porque han tenido que sacrificar a un 30% de su hato porcino hasta la fecha, y esta peste continúa expandiéndose”, comentó Ferreira.
Con 1.400 millones de habitantes y una dieta que se centra en la carne de cerdo, China va a salir a comprar carne a gran escala y este cuadro podrá ser aprovechado por la industria nacional durante al menos los próximos tres años, que es el tiempo estimado en que se recuperarán los indicadores del gigante asiático, en esta materia, añadió Ferreira.
Soja
Zubizarreta resaltó que, con esta coyuntura, el índice de la cotización de la soja se mantiene en baja, porque la demanda disminuyó con la crisis porcina. Pero aclaró que estos precios ayudan a que el sector avícola disminuya sus costos, teniendo en cuenta que la soja es fundamental para la alimentación de las aves, con un 60% de los gastos aproximadamente.
A su vez, Ferreira complementó que esta baja en los precios se registra por “la tensión a raíz de la guerra comercial suscitada entre China y Estados Unidos”, pero que, según las proyecciones a futuro, el país asiático deberá adquirir estos granos del mercado internacional, por ende, consideró que el panorama es más positivo, que negativo para nuestro país.