Florian Reimer, gerente general de la Cooperativa Chortitzer Ltda, explicó para InfoNegocios que la presente zafra estuvo marcada por una reducción en los rendimientos debido a las lluvias intensas registradas a inicios del verano. “Este año fue desafiante. Se sembró prácticamente la misma superficie que la del año pasado, pero el clima afectó los resultados. Hubo parcelas inundadas y eso redujo bastante la producción”, señaló.
Según detalló, la cooperativa estimó una producción de 40.000 toneladas de algodón en rama, frente a las 70.000 toneladas del año anterior, lo que representa una caída significativa impulsada por factores climáticos adversos. En cuanto a la superficie cultivada, los socios de Chortitzer sembraron unas 20.000 hectáreas, manteniendo el área pero con rendimientos más bajos.
A pesar del escenario desafiante, Reimer destacó que el algodón chaqueño sigue siendo un cultivo estratégico y con buena salida comercial. “La fibra se exporta principalmente a países asiáticos, porque en Paraguay no hay demanda interna por falta de hilanderías. Las industrias textiles están en Asia, y por eso nuestros principales compradores están allá”, explicó.
Florian Reimer, gerente general de Cooperativa Chortitzer Ltda.
Tecnología de punta para mejorar la calidad
En paralelo a la coyuntura productiva, el sector da pasos firmes hacia la modernización. Una muestra de ello es la reciente instalación de una deslintadora química de semillas por parte de HM Semillas, en las cercanías de Filadelfia. Esta tecnología de clase mundial permite limpiar, pelar y clasificar las semillas con precisión, garantizando un alto poder germinativo y mejor adaptabilidad a las condiciones chaqueñas.
El proyecto se enfoca en brindar al productor algodón de calidad superior, con semillas certificadas que contribuyan a una mayor productividad y previsibilidad. Según datos oficiales, la agricultura en el Chaco crece a un ritmo del 30% anual, con más de 400.000 hectáreas agrícolas, de las cuales entre 70.000 y 80.000 hectáreas corresponden al cultivo de algodón.
La combinación de innovación, manejo técnico y experiencia de las cooperativas menonitas posiciona a la región como uno de los polos algodoneros más dinámicos del país.
El más reciente informe del Senave sobre el Monitoreo de OGM 2024 en la Región Occidental destaca que el Chaco cuenta con 3.505 hectáreas de algodón genéticamente modificado, lo que representa cerca del 12% de la superficie total de cultivo. Las variedades más utilizadas son Guazuncho 4 INTA BGRR y Nuopal BGRR, desarrolladas para mejorar la resistencia y el rendimiento del cultivo.
El monitoreo, realizado con apoyo de cooperativas como Chortitzer y Fernheim, tiene por objetivo fortalecer la gestión de bioseguridad agrícola y ofrecer una base de datos más precisa sobre el desarrollo del algodón OGM en el país.
Perspectivas
Mirando hacia la próxima zafra, Reimer anticipó un año complicado, con posibles reducciones en la superficie sembrada, aunque mantiene el optimismo respecto al desempeño futuro. “Probablemente haya menos hectáreas, pero esperamos que los rendimientos mejoren. Ojalá el clima acompañe”, expresó.
El desafío inmediato del algodón paraguayo pasa por estabilizar su producción y seguir incorporando tecnología que permita sostener la competitividad internacional. Con una cadena productiva que combina innovación, genética avanzada y la capacidad organizativa de las cooperativas chaqueñas, el país busca fortalecer un rubro que históricamente ha sido motor de desarrollo para miles de familias rurales.
En el Día Mundial del Algodón, Paraguay se reafirma como un actor con potencial en el mercado global, donde la sostenibilidad, la trazabilidad y la calidad de la fibra son cada vez más valoradas.