Fútbol femenino: la revolución deportiva que ya no tiene marcha atrás

(Por Thiago Aranda) El fútbol femenino dejó de ser una promesa simpática para convertirse en un vector real de audiencia, inversión y talento. La pregunta ya no es si crecerá, sino cómo vamos a ordenar ese crecimiento en Sudamérica para no perder la ola global.

En nuestra región hubo un punto de inflexión claro: desde 2019, los clubes que quieren jugar la Libertadores están obligados a tener plantel femenino (y base juvenil). Esa decisión regulatoria —a menudo subestimada— cambió el tablero: forzó estructura, impulsó presupuestos mínimos y, sobre todo, creó oferta deportiva donde antes había esfuerzos aislados.

La demanda ya existe. El Mundial 2023 batió récords de audiencia y asistencia, con picos históricos en mercados tan distintos como España, Inglaterra y China; más recientemente, en Paraguay, Argentina y Brasil. Eso no es moda, es masa crítica. Cuando un producto convoca audiencias nuevas y multipantalla, los anunciantes siguen el camino. Y cuando entran marcas, el círculo virtuoso arranca: mejores condiciones, mejor preparación, mejores espectáculos.

Pero crecer en serio no es solo vender entradas: es profesionalizar procesos. La evidencia académica ayuda a ordenar prioridades. Un análisis reciente sobre factores de éxito en el fútbol femenino recuerda que los resultados se explican por capas: contextos macro (economía, cultura y políticas), meso (tradición, desarrollo del talento, igualdad de género, madurez de las ligas) y micro (capacidades técnico-tácticas y físicas). Traducido al gerenciamiento deportivo: si no alineamos reglas, calendarios y formación, el techo llega rápido.

Hay, además, un argumento de política pública que no podemos ignorar. La literatura sostiene, según la Unesco en “Quality Physical Education Guidelines”, que la participación deportiva en mujeres y adolescentes mejora indicadores educativos, hábitos de salud y bienestar psicológico. Eso se derrama a todo el ecosistema: menos abandono escolar, mejores habilidades socioemocionales, mayor empleabilidad futura. Invertir en deporte femenino no es gasto social: es capital humano.

¿Y Sudamérica cómo está jugando este partido? Con luces y sombras. La élite regional muestra talento exportable, hinchadas que acompañan y clubes que ya entendieron el negocio. Pero también vimos, en la Copa América Femenina 2025, diferencias logísticas y organizativas que expusieron la brecha con el fútbol masculino: condiciones de entrenamiento cuestionadas, ausencia de tecnologías estándar como el VAR en fases decisivas y un estándar operativo irregular. La señal es clara: la demanda creció más rápido que la oferta institucional.

Entonces, ¿qué sigue? Calendarios previsibles (para clubes y selecciones), criterios mínimos de profesionalización (contratos, salud, cargas de trabajo) y gobernanza con métricas. Si medimos lo que importa (minutos sub-21, inversión en fuerzas básicas, retención de talento, asistencia promedio), dejamos de discutir opiniones y pasamos a gestionar.

La industria también debe cerrar su “brecha de producto”. El fútbol femenino ofrece un storytelling propio (paridad competitiva, nuevas heroínas, cercanía con el público) que no compite con el masculino: lo complementa. En términos comerciales, eso significa inventario nuevo: horarios, formatos, contenidos digitales y experiencias de estadio que amplían el día deportivo de marcas y medios.

En el plano técnico, la evolución es visible: más intensidad, mejores patrones de presión, transiciones más cortas y talento joven que se forma en entornos profesionales desde la base. Si Sudamérica quiere exportar valor (no solo jugadoras), necesita metodologías comunes, cuerpos técnicos con actualización permanente y una cadena de datos que baje hasta formativas: cargas, lesiones, desarrollo por rol. La ciencia aplicada no es lujo; es ventaja competitiva.

Cierro con una idea simple: no pidamos al fútbol femenino que “se justifique” más que cualquier otra industria joven. Ya probó su tesis de mercado; ahora necesita gestión, reglas claras y paciencia inversora. Si Conmebol mantuvo la vara alta con la obligatoriedad de equipos y las audiencias globales responden, el trabajo pendiente es nuestro: convertir crecimiento en estructura y estructura en ventaja sudamericana. Porque el talento ya está, el apoyo está en desarrollo; lo que falta es organización con foco y métricas que rindan cuentas.

Iván Britos: “Cada vez que compito, no pienso en otra cosa que no sea ser campeón. No me preparo para menos”

(Por TA) El karateca paraguayo Iván Gabriel Britos vivió uno de los momentos más significativos de su carrera profesional al conquistar la medalla de oro en los Juegos Deportivos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025. El atleta representó al país con una preparación exhaustiva que llevó adelante durante todo el año, consciente de que esta competencia se posicionaba entre sus objetivos centrales. “Entrené prácticamente de lunes a sábado, todo el año. Este fue uno de los años en los que más dedicación le puse tanto a la parte física como técnica”, afirmó.

Paraguay logra piñas de hasta 2 kilos y avanza hacia estándares internacionales

(Por SR) La cadena productiva de piña cierra el 2025 con un salto cualitativo que sorprende incluso a los productores: la obtención de frutas que alcanzan los dos kilos por unidad, superando con creces el promedio nacional y posicionando al rubro frente a mercados internacionales de mayor exigencia. El dato fue confirmado por Francisco Paniagua, encargado del rubro de piña y banana en la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en diálogo con InfoNegocios, quien aseguró que el avance no se trata de un hecho aislado, sino del resultado de un proceso sostenido de tecnificación.

Gianmarco Felippo: “Es factible que Paraguay se vuelva un centro de generación y venta de energía al exterior, usando infraestructura de la ANDE”

(Por NL) Para Gianmarco Felippo, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras de Obras Electromecánicas (CECOEL) afirmó que “es factible que Paraguay se vuelva un centro de generación y venta de energía al exterior. Podemos generar y transmitir esa energía usando la infraestructura de la ANDE y venderla a países vecinos según su demanda”.

Entre sequía y récord de maíz: el sector agrícola cierra el 2025 con luces y sombras

(Por SR) El 2025 termina para el sector agrícola paraguayo como un año de marcados contrastes. La sequía, el bajo nivel de los ríos y los precios internacionales deprimidos golpearon a la soja y generaron preocupación, mientras que la campaña del maíz irrumpió con resultados extraordinarios, activando la logística y empujando a la cadena hacia un cierre con actividad intensa. Así lo resumió para InfoNegocios Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), quien destacó que fue “un año razonable para la soja y muy bueno para el maíz”.

Paraguay entre los países más seguros del mundo: ¿cómo incide en las inversiones?

(Por BR) Paraguay fue clasificado en el Nivel 1 de riesgo por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, la categoría más baja y alcanzada únicamente por un grupo selecto de países. Este reconocimiento internacional posiciona a la tierra guaraní entre los destinos más seguros del mundo para residentes, turistas e inversionistas, reafirmando la confianza global en su estabilidad institucional y seguridad interna.