Según un informe del Banco Mundial, denominado ¿Buffer o cuello de botella? La exposición laboral a la IA generativa y la brecha digital en América Latina, entre el 26 % y el 38 % de los empleos en América Latina y el Caribe podría verse expuesto a la inteligencia artificial generativa, la cual también mejorar la productividad de entre el 8% y el 14% de los puestos de trabajo. Hasta la mitad de los trabajos podrían ser más productivos gracias a la GenAI, lo que representa unos 17 millones de empleos.
Por otra parte, del 2% al 5% de los empleos corren el riesgo de ser automatizados por completo atendiendo las capacidades actuales de la IA.
“Se busca siempre potenciar a empresas y profesionales en el uso de la IA para su crecimiento exponencial, ya que siempre se viene hablando de que hay una brecha digital. Esta herramienta tiene nuevas capacidades que son muy potentes”, afirmó Figueredo.
El experto comentó que la IA hoy puede generar audios, videos y textos, lo que hace que se pueda entender, comprender y ayudar a generar información de manera casi inmediata, donde la automatización viene de la mano con ella, “generando hasta una categorización de tu correo y preparar la mejor respuesta posible, para tomar decisiones”.
Señaló que el futuro lejano de la IA no es muy visible, y que incluso los propios creadores así lo mencionan, ya que no tienen un panorama de cómo reaccionaría, especialmente en el lado sentimental y emocional.
“En un futuro cercano se potenciarían aún más nuestras habilidades; un ejemplo claro anterior a la IA es el de Excel que nos ayudó a pasar de los papeles a una tabla que ayudaba a sumar, restar y más”, apuntó.
Las primeras fases de la IA
Figueredo manifestó que la primera fase fueron las creaciones iniciales de las IA nativas, como ChatGPT y otros. La segunda fue la utilización de las herramientas que ofrece la IA, la cual estamos viviendo.
La tercera fase es la creación de una IA específica, “donde se crean pliegos específicos de licitaciones, así como la de detectar lunares en los rostros; ambos tienen un gran avance”, señaló.
La cuarta fase es con relación a una IA de manera nativa pero empresarial, o un sistema Enterprise Resource Planning (ERP), donde se pueden cargar facturas, clientes, proveedores, generar pagos automáticos con previa autorización del gerente.
Destacó que son más de 1.500 herramientas con IA que se lanzan actualmente, donde algunas de estas funcionan como expertas en finanzas para empresas. “Ahora es el momento de aprender sobre la IA, de perderle el miedo; la realidad es que podrá potenciar tu conocimiento y productividad, y ayudarte a conocer más”, aseveró.