De acuerdo a lo expuesto por Iván Dumot, presidente del gremio, los emblemas están agotando sus stocks de compra anterior con promociones, para luego dar lugar a mitad de setiembre a los nuevos costos reducidos.
Indicó que está previsto que desde el 15 de setiembre se comercialice con una leve baja de aproximadamente G. 500. Debido a que el monto no es de gran valor, no influiría en la cadena de suministro, que depende del costo del transporte.
“Estuvimos haciendo averiguaciones con todos los asociados. Somos importadores y entendemos que cuando el precio de origen baja, tiene que también repercutir en el precio al consumidor final, en particular el combustible que tanto ha subido en los últimos tiempos”, señaló.
En efecto, manifestó que desde Petropar informaron que todavía cuentan con inventario comprado a precios viejos, por lo que están lanzando promociones y descuentos para brindar algún beneficio al consumidor.
“Las estaciones de servicio están teniendo promociones al menos tres días en la semana, de una reducción aproximada de entre G. 400 a G. 500 por litro. Pero creo que aún no pueden hacer una reducción total en el precio, hasta que llegue la nueva partida que ya han comprado”, precisó.
Con relación a los efectos que tendría el hecho en la cadena logística, principalmente de transporte de bienes, dijo que a su criterio no se observaría gran impacto al menos en el futuro próximo.
“Yo no creo que la baja del precio del combustible varíe en los precios que han subido, y habría que tener en cuenta cuánto termina siendo la inflación con este ajuste de precios del combustible”, comentó.
Agregó que la inflación también está empujada por otros factores externos que hacen al resultado final y que el combustible representa solo un porcentaje de todos esos factores.
“El precio de los productos no han subido más del 10%, así que no creo que se traduzca en disminución de precio, ya que las subas han sido moderadas y pequeñas porque tenemos al contrabando que no nos permite elevar los precios a los niveles que realmente desearíamos los importadores”, aseveró.
Recalcó que salvo que la disminución del combustible sea drástica, no debería haber variaciones, dado que se trata de solo un 10% de descenso de origen. “No creo que la reducción del costo de los combustibles sea más de G. 500 por litro”, aventuró.