“Tuvimos un pequeño retraso por el intenso frío que hubo en los últimos tiempos, pero está saliendo”, explicó para InfoNegocios el director de la DEAg, Esquicio Meza, y explicó que dicha planta es muy sensible a las bajas temperaturas con lo cual se perdieron varias parcelas de cultivo debido a las bajas temperaturas registradas en la última temporada.
Por otro lado, Ernesto Sotelo, director de Comercialización de la DEAg, señaló que con estas pérdidas se estima que la producción anual podría disminuir hasta en un 30% con respecto a la cosecha del 2023. “Mientras que en otros años solemos tener la primera cosecha de sandía en septiembre, por estos problemas climatológicos, este año aún no tuvimos la primera partida de sandía”, explicó.
Sotelo refirió que, pese a los inconvenientes, ahora los cultivos están creciendo y esperan que puedan tener la cosecha más tempranera para finales de octubre o principios de noviembre de este año.
Otro factor a tener en cuenta es que, según manifestó el director de DEAg, hoy los cultivos de la fruta están sufriendo de dos enfermedades virósicas que amenazan a su producción. “Son prácticamente incurables y que de no ser tratadas correctamente irremediablemente disminuirán la producción de esta fruta”, señaló.
Como método de precaución, Meza sostuvo que, desde la Deag, los técnicos se encuentran haciendo constantes recorridos por los cultivos con el fin de dar recomendaciones sobre cómo prevenir y cómo actuar ante estas enfermedades a los productores con el fin de disminuir sus pérdidas.