El alojamiento dispone de cinco habitaciones y cuenta con capacidad para albergar a 22 personas. Además, está equipada con una piscina, quincho, cancha de vóley, cocina, sala de estar y parque de juegos, que proponen una estancia relajante y acogedora.
También alquilan para eventos sociales, cumpleaños, cenas y almuerzos empresariales. Actualmente tienen bastante demanda, incluso con reservas en todos los meses restantes de este año hasta abril del 2023.
Su diseño rústico y artesanal se combina con lo moderno, rodeado de frondosos árboles que prometen días relajantes, ya sea en una hamaca de poyvi o bajo la sombra de un árbol disfrutando de un tereré. En fechas especiales cuentan con paquetes para varios días, de forma a disfrutar en familia.
Su propietaria, Anahí Escudero, comentó que este emprendimiento nació hace dos años, teniendo en cuenta el crecimiento del turismo en el país y como Tobatí se encuentra rodeada de una naturaleza única, cerros, arroyos, bosques, cuevas, surgió la idea de crear más espacios de recreación y alojamiento, de esta manera colaborar con el crecimiento de la zona.
“Desde que abrimos tenemos muy buena aceptación, en verdad nuestros huéspedes siempre vuelven, lo que nos motiva a querer crecer y mejorar los servicios ya que si vuelven es porque creemos que vamos por buen camino”, señaló.
Dentro de la propiedad hay un atractivo nicho hecho en mosaicos, cuya elaboración estuvo a cargo del artista cubano Mario Toranzo. De esta forma los propietarios rinden homenaje a la virgen cordillerana.
En cuanto a la inversión para el desarrollo de este proyecto, sostuvo que es “difícil precisar el monto ya que es una quinta familiar y fui haciendo algunos arreglos con el fin de hacerla confortable para nuestros huéspedes. Actualmente estoy remodelando y tengo previsto algunas ampliaciones”, apuntó.