La palmera es un comercio que funciona hace 90 años, desde 1930 específicamente, y según Fontclara, sigue vigente porque fue actualizándose. A la fecha, la panadería alcanza una producción en promedio de consumo de harina de 45.000 kilogramos.
"Los tres primeros meses de este año hubo menor rendimiento, pero luego comenzamos a sentir de vuelta el retorno de nuestros clientes. Esto nos llena de alegría y de más esperanza", aseguró Fontclara. La marca ofrece una amplia gama de productos, de los cuales destacan el pan francés, la galleta familiar, los panificados secos como el palito, el coquito y las rosquitas.
Otro de los íconos de la panadería es el "bollito" o "boyito", que consiste en una masa semi dulce que se conserva muy bien y tiene un corte aplanado. "Hace un tiempo también comenzamos a mezclar la harina de trigo, con salvado u otras harinas que tengan remanentes de cáscaras. Además de los panes de gluten y arroz, que fabricamos tras el pedido de clientes fieles", aseveró.
Así también, La palmera dispone de otros panificados como el miñón, baguetin, baguette, panes de sándwich de distintos tamaños. Aparte de masas dulces como alfajores, medialunas rellenas de crema pastelera, dulce de leche, guayaba y vigilante. Las masitas de confitería no están disponibles en los puntos de venta, solo en el local del microcentro.
Fontclara enmarcó que las líneas de La palmera se pueden encontrar Montevideo y Benjamin Constant, en las tiendas Biggie Express, Supermercados Rosarina, El País, Salemma, Areté, Supermercado Metro, Super Más y Marangatu.
Novedades de la firma
"Hace poco se habilitó una vermutería al lado de nuestro local y cerramos un convenio para que sus sándwiches utilicen nuestros panes personalizados. También tenemos pensado sacar una línea de envasado al vacío próximamente", contó la propietaria. Por último, recalcó que, con sus 90 años en el mercado, La palmera sigue siendo una empresa familiar y ahora está dirigida por la tercera generación, siendo ella la mayor de las hermanas.