En conversación con InfoNegocios, el doctor Hugo González, gerente de Biogenetics Paraguay, comentó que en total se importaron 53 embriones, 31 de la raza Suffolk y 22 de la raza Texel. Se trata de donantes puros de pedigrí de cabañas de élite de Gran Bretaña, que Biogenetics Paraguay pudo importar tras un largo proceso que culminó exitosamente.
“Es una importación histórica la que se llevó a cabo y la consideramos así porque es la primera vez que se importa genética de la raza Suffolk y más proveniente del Reino Unido. Hay algunos criadores en Paraguay que tienen ejemplares de esta raza, pero de esta línea y puros de pedigrí no hay. Estamos trabajando con el centro genético Animal Breeding Europe (AB Europe) de Gran Bretaña, que está habilitado y certificado para exportar a Paraguay”, destacó.
La Cabaña Don Luiz, propiedad de César Luiz Quadri Santi, fue la que solicitó los embriones de la raza Suffolk, mientras que la Cabaña Las Magnolias en sociedad con la Cabaña Don José de Uruguay, los de la raza Texel. “Los embriones vienen con la documentación respaldatoria correspondiente a su ADN y árbol genealógico, los cuales avalan la procedencia de los mismos, para que puedan ser, posteriormente, registrados en la Oficina de Registros Zootécnicos de la Asociación Rural del Paraguay (ORZARP)”, subrayó.
Según González, el objetivo de la Cabaña Don Luiz, es introducir una línea genética de sangre de la raza Suffolk, para luego difundirla como herramienta carnicera, es decir, como una majada más comercial. “El criador optó por traer esta clase biotipo porque posee, justamente, una característica fenotípica racial muy importante en lo que respecta a la conformación carnicera y porque, además, el animal en sí es de fácil adaptación a nuestro clima y suelo, así como muy apto para la reproducción”, enfatizó.
Actualmente, Biogenetics Paraguay cumple el rol de importador y exportador de genética, y está registrado ante la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y la Dirección Nacional de Aduanas.
“Para poder importar, primeramente los criadores eligen el biotipo de animal que desean, luego se hace un trabajo genético de selección de donantes machos y hembras y posteriormente se cumple con todo el proceso burocrático para la importación del material genético”, especificó González.
Para fin de año la empresa proyecta una segunda importación de genética ovina, pero en esta oportunidad será semen de las razas Texel y Hampshire Down, a pedido de otras cabañas.