“Hay una notable recuperación de la producción a nivel país, después de la adversidad climática que enfrentaron los agricultores casi dos años consecutivos, así como también plagas y enfermedades que vinieron después. La recuperación se puede apreciar tanto en el rendimiento como en la calidad de la mandioca”, resaltó el ingeniero Vega, en charla con InfoNegocios.
Sin embargo, a pesar de los buenos rindes y de la calidad del tubérculo, los precios no acompañan a la producción. El principal motivo se relaciona con la saturación del mercado de almidón y mandioca que se dio el año pasado, lo cual afectó la cotización internacional, especialmente la del almidón, que Paraguay exporta. “Esta es una situación que también escapa de las posibilidades de los industriales, que compran la mandioca de los productores para procesar el almidón y despacharlo al exterior”, precisó.
Según el especialista, este hecho repercute en el campo pues se registra poco acopio del tubérculo, quedando mucho cultivo sin cosechar, a la espera de que mejoren los niveles de acopio y los precios. “Por este motivo, hay reclamos e inquietud por parte de los productores, lo cual es razonable, pero lastimosamente el mercado no está pagando los valores esperados”, remarcó.
“También hay que entender que la mandioca no es un producto que maneje un precio fijo, no es, por ejemplo, igual a los granos, como la soja y el maíz, que ya se puede estimar a cuánto se va a vender a futuro. Es muy variable, tiene sus altas y sus bajas”, añadió.
Vega reiteró que hay un stock importante de mandioca todavía por colectarse, pero como no están cerrando los números para los productores, ese cultivo continúa esperando. “Esa es una de las grandes ventajas de la mandioca, que puede esperar en el campo sin sufrir daños, incluso, la raíz se va cargando más con el tiempo, pero igualmente no se sabe cuándo estaría mejorando el panorama”, manifestó.
Además, otro factor que incidió fue que los agricultores decidieron plantar más mandioca en esta campaña, puesto que en la anterior cotizó bastante bien. “Muchos apostaron y ampliaron su área de cultivo, pero los precios no están compensando esa inversión. Incluso hay gente que no es productora de mandioca que también optó por plantar. Todo esto generó que ahora haya abundante oferta, pero poca demanda, es decir, una coyuntura poco favorable”, expresó.
De acuerdo con el técnico, el promedio nacional se mantiene en 15.000 kilos por hectárea aproximadamente, aunque se trata de rubro noble, el cual, si los productores cumplen con todas las recomendaciones técnicas, puede llegar a arrojar entre 40.000 y 50.000 kilos por hectárea el primer año, cosa que muchos labriegos, lograron parte del año pasado y también este 2024.
“Desde el Ministerio, continuamos trabajando y tratando de orientar a los productores para el mejoramiento productivo del cultivo de mandioca, lo que significa aumentar los rendimientos y mejorar la calidad del producto para que el margen de rentabilidad de los mismo sea mayor, a pesar de que a veces, como esta oportunidad, los precios no sean los esperados”, concluyó.